El juicio se celebró el pasado 25 de octubre | Javier Coll

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La sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha concluido que el hombre de 73 años de edad, juzgado el pasado 25 de octubre en Maó bajo la acusación de dos delitos de abusos sexuales continuados sobre dos de sus nietos en épocas distintas, es culpable en ambos casos.

La condena incluida en la sentencia conocida ayer ha resultado especialmente contundente para el acusado, de nacionalidad española residente en Maó desde hace décadas: 19 años, seis meses y dos días de prisión por los dos delitos agravados por prevalimiento, derivado de la vinculación familiar, y ejecutados en grado de continuidad delictiva. Además no podrá aproximarse a sus nietos a menos de 500 metros durante 15 años y deberá indemnizarles con 10.000 euros a cada uno de ellos por los daños morales.

El fallo añade que el condenado deberá pasar cinco años más en libertad vigilada una vez haya cumplido la pena privativa de libertad.

La condena se aproxima a los 22 años de prisión que solicitaba el Fiscal, petición en la que se mantuvo en las conclusiones finales del juicio.

Ingreso inmediato en prisión

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Como consecuencia del fallo, además, el presidente del tribunal, Diego Gómez Reino, ordenó su detención e ingreso inmediato en prisión ayer mismo tras serle comunicada la sentencia, como medida cautelar por el riesgo de que pudiera entrar en contacto con sus nietos, sin que su defensa pudiese pedir la suspensión hasta que se resuelva el recurso de apelación que presentará en los próximos días. El letrado también recurrirá a esta medida.

El acusado entró en la cárcel de Menorca ayer por la mañana para comenzar a cumplir su larga condena. Se mostró disconforme con la misma y señaló que se trataba de una clara injusticia, como sostuvo durante el juicio.

El tribunal, como ya expresara el fiscal en sus conclusiones finales, ha considerado que las dos declaraciones de los nietos, uno de ellos menor de edad, fueron del todo creíbles al relatar los abusos sexuales que cometió sobre ellos su abuelo cuando se acostaban para dormir la siesta con él en su casa. Con uno de ellos lo hizo en varias ocasiones durante los años 2005 y 2011, cuando los abuelos se encargaban de él por orden judicial debido a los problemas de la madre.

Con el otro los abusos tuvieron lugar de la misma forma en 2016 cuando el nieto contaba con 6 años de edad. Fueron los juegos incitados por este niño con sus compañeros de colegio los que desataron el caso al ser comunicados por la madre de uno de los amigos que escuchó las conversaciones.

El colegio lo puso en conocimiento del servicio de Menores del Consell Insular de Menorca, cuya psicóloga especialista dio también toda credibilidad a la declaración del otro nieto, ya mayor de edad, cuando le entrevistó para tratar el tema relacionado con su hermano.

El tribunal considera que la declaración de la esposa del acusado en la vista oral, en la que exculpó a su marido respondía al deseo de protegerle y de negar unos hechos que se habían cometido en dos épocas distintas en su propio domicilio.