Fue detenido el martes por la noche y conducido a la Comisaría del CNP, en Maó.

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La Policía Nacional detuvo el martes por la noche a un hombre nacido en Perú, militar profesional de la Marina Española, destinado en la Base Naval de Maó, acusado de haber agredido al dueño del bar Hat Trick en la barriada de Andrea Doria.

Los hechos ocurrieron poco después de las 22 horas cuando el presunto agresor, de entre 25 y 30 años de edad, que ya había tenido problemas con el propietario del establecimiento, al parecer, entró en el bar y le golpeó en la cabeza con una botella después de amenazarle de muerte reiteradamente. Posteriormente cogió un sacacorchos y amenazó a otros clientes.

Esa agresión motivó que otros clientes reaccionaran y se originó una reyerta numerosa en la que el marino profesional habría intentado volver a agredir al dueño del bar, ahora con la botella rota. Posteriormente la pelea se había trasladado a la calle causando desperfectos tanto en el interior del bar como en el exterior, a algunos vehículos.

Varias patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local de Maó acudieron al lugar del suceso poco después y procedieron a la detención del marino profesional.

El dueño del bar, de nacionalidad marroquí, de 33 años de edad, precisó traslado al Hospital Mateu Orfila en una ambulancia donde le aplicaron varios puntos de sutura en la cabeza por el corte que le había provocado el impacto de la botella.

Se da la circunstancia de que el presunto agresor, de unos 30 años de edad, ya había sido detenido por otra trifulca con dos chicas en la misma barriada hace apenas una semana.

En ese caso se especuló con el posible uso de un cuchillo pero se está a la espera de que se revisen las imágenes de las cámaras de los establecimientos cercanos para comprobar la veracidad de las declaraciones.

El juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Maó decretó su puesta en libertad provisional con órdenes de alejamiento de las respectivas víctimas mientras concluyen las diligencias.

Al tratarse de una causa civil, pese a su condición de militar, el proceso sigue el curso habitual en el Juzgado de Instrucción hasta que se sustancie la acusación y se celebre el juicio.