El joven permaneció detenido desde el domingo por la tarde un día completo en la Comisaría de Maó | Gemma Andreu

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Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Maó detuvieron el domingo a un joven español de unos 25 años de edad, acusado de un delito de abuso sexual que habría cometido durante la madrugada del pasado domingo en una zona próxima a la Estació Marítima donde atraca el barco que cubre la ruta con Barcelona, al otro lado de la zona de ocio del puerto.

La joven denunciante, una chica también de nacionalidad española, de 18 años de edad, declaró el mismo domingo que no recordaba prácticamente nada de lo que había sucedido durante la madrugada, hasta que horas después apareció por la zona de la colársega del puerto portando una sudadera que le cubría solo la parte superior de su cuerpo. El resto de su vestimenta fue encontrada por la Policía durante el domingo en las inmediaciones del lugar donde se habían cometido presuntamente los hechos, a indicaciones de la chica.

Fue un familiar directo el que tuvo conocimiento de que la joven deambulaba en esas condiciones por el centro de Maó, al parecer desorientada, y tras acudir a recogerla y conducirla a su casa, la familia se dirigió directamente a interponer la denuncia ante la Policía Nacional por violación. Un reconocimiento médico en el Hospital Mateu Orfila a la joven determinó que había mantenido relaciones sexuales. Tenía además algunos rasguños en otras partes de su cuerpo. Fuentes de la defensa del joven han indicado que en el atestado policial se califican los hechos como un presunto delito de abuso sexual, a la espera de que las diligencias conduzcan a aclarar lo sucedido.

Los agentes tomaron testimonio, posteriormente, a la víctima y a otras cinco personas que habían estado con ella la noche anterior. Estas reseñaron que habían conocido a un grupo de chicos y habían estado bebiendo con ellos más tarde en varios bares del puerto. La Policía, tras estas declaraciones, concluye que la joven subió voluntariamente al vehículo tras ofrecerse el chico a acompañarla, de ahí que el domingo le detuviera por abuso pero no por agresión sexual al no apreciar que hubiera existido violencia ni intimidación ya que la joven tampoco recordaba lo sucedido, más allá de que había subido a un coche con el mismo joven. Negó, además, que hubiera consumido ninguna clase de droga, ni tampoco que hubiera bebido en abundancia por lo que ella creía que le habían vertido algún tipo de sustancia en la bebida que anuló su voluntad.

El joven arrestado no fue puesto a disposición judicial hasta el lunes por la tarde y tras prestar declaración quedó en libertad provisional mientras avanzan las diligencias. El acusado negó tajantemente los hechos de la denuncia de la joven y su familia, indicando que las relaciones habían sido consentidas.

La Policía investiga, entre otras cuestiones, por qué la presunta víctima caminaba horas después desnuda de medio cuerpo hacia abajo y por qué su ropa apareció en el lugar dónde presuntamente había ocurrido el suceso.