El parricida acudiendo a la reconstrucción de los hechos dos días después del asesinato.    | Gemma Andreu

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Mató a su madre asestándole 36 puñaladas con un cuchillo y una navaja en sus dos manos el 28 de junio de 2020 en el domicilio familiar de la Avinguda de Cales Piques, en Cala en Blanes, y posteriormente intentó hacer lo mismo con su padre, pero este se resistió, consiguió tranquilizarle y evitó la muerte.

Este próximo lunes es la fecha señalada para el juicio al hombre de 32 años de edad, con tribunal popular en el que el acusado se enfrentará a una pena de 25 años de cárcel por asesinar a su madre y 14 más por intentar matar a su padre, aunque sus atenuantes psíquicos, con toda probabilidad, facilitarán un acuerdo entre el fiscal y los abogados que evite cumplir la pena en prisión y esta sea sustituida por un largo internamiento en un centro psiquiátrico.

El propósito de J.N.V. era aquella madrugada acabar con la vida de sus progenitores y posteriormente suicidarse. Para ello había abierto la llave del gas en la cocina y la de una bombona de camping, y quemado unos cartones en la misma estancia.Afortunadamente su padre pudo intervenir, apagar el fuego y cerrar la salida del gas cuando logró zafarse del ataque de su hijo evitando que se produjera una explosión.

El parricida tiene un diagnóstico de esquizofrenia por lo que su acción pudo interpretarse como la consecuencia de un brote psicótico. En sede policial, el hombre admitió que había matado a su madre, de 62 años, porque sentía odio hacia ella.

El hombre la había apuñadado mientras esta dormía en un sofá de la sala poco antes de las 6 de la mañana, y posteriormente quiso hacer lo mismo con el padre, cuando este acudió alarmado por los gritos. «Ya es hora de irnos, mamá ya se ha ido, ahora te toca a ti», le dijo el hijo a su padre cuando este irrumpió en la sala y vio la escena criminal.

Sin embargo, el padre consiguió agarrar los brazos de su descendiente pero no pudo evitar que le clavara el cuchillo en la espalda, además de otros dos cortes punzantes.

Tras conseguir que se calmara mínimamente, el padre le pidió que llamase a una ambulancia para tratar de salvar la vida de la madre pero el acusado salió de su casa y deambuló por la urbanización hasta que fue detenido por la Policía Nacional.

El acusado permanece en prisión preventiva desde su detención, aunque fue trasladado a la cárcel de Palma.