Los hechos ocurrieron en el bar Sa Tintina, del puerto de Maó. | Katerina Pu

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Un policía nacional en periodo de prácticas fue detenido en la madrugada del pasado domingo por agentes de la propia Comisaría de Maó como presunto autor de una violenta agresión a uno de los vigilantes-controladores del bar de copas, Sa Tintina, en el puerto de la ciudad, a quien estampó un vaso de cristal en la cabeza.

El agente, todavía en formación, se encontraba disfrutando de su tiempo de ocio con otros amigos en el establecimiento situado en el Andén de Ponent cuando protagonizó los hechos que se le imputan y por el que resultaría arrestado poco después de que la víctima presentara la correspondiente denuncia por la agresión.

El incidente se produjo entre la 1 y la 1.30 de la madrugada. Uno de los tres responsables de seguridad y controladores del local, de unos 25 años de edad, acudió a intervenir en un espacio situado al fondo del local en el que se había producido un apagón que no afectada a la zona central del bar repleto de personas en esos momentos. En el trayecto a ese espacio, el vigilante asegura que el policía en prácticas le empujó. «Entonces le dije primero que se calmara, pero él reaccionó con más agresividad todavía». La actitud del agente en prácticas hizo que el encargado de seguridad le agarrara del brazo y le dijera que abandonara el local de forma inmediata. «Le dije que a la calle, que se fuera y fue entonces cuando él reaccionó estampándome un vaso de cristal en la cara».

El vaso se rompió por el fuerte impacto en la cara del vigilante, causándole cortes en el párpado, ceja y pómulo. «No reaccioné porque no veía nada», relata.

Un compañero del vigilante de seguridad redujo al agresor, que abandonó el lugar poco después, y responsables del local dieron aviso a las fuerzas policiales y a una ambulancia del 061 que trasladó al Hospital Mateu Orfila al herido con su rostro ensangrentado. También se personaron los agentes de servicio de la Policía Local y la Nacional.

El joven herido explica que recibió 10 puntos de sutura en los cortes sufridos en la cara y a continuación, acompañado por otros agentes, acudió a la Comisaría de la Policía Nacional de la plaza Miranda, donde interpuso la correspondiente denuncia adjuntando el parte médico de lesiones. «No tuve ningún problema en la Comisaría, me trataron con absoluta corrección porque conozco a muchos policías y entiendo que ya sabían lo que había pasado».

Punto de vista

Quedó en libertad tras declarar ante el juez, y la Policía Nacional le ha abierto expediente

El joven agente en prácticas, que todavía no es funcionario del cuerpo policial hasta que no complete este periodo de un año iniciado el pasado julio, fue trasladado ante el juez de guardia de Maó durante la mañana del domingo horas después de su detención. Tras prestar declaración quedó en libertad provisional acusado de un delito de lesiones hasta que se celebre el juicio.

Paralelamente, la Policía Nacional le ha abierto un expediente que pasará a manos de sus superiores en la academia del cuerpo, en Ávila, donde antes de llegar a Menorca cumplió su curso acreditativo después de haber aprobado la exigente oposición para entrar en esta fuerza policial.

La resolución del expediente interno es independiente a la vía judicial por lo que podría salpicar a su futuro profesional.