Un vehículo de la Policía Nacional frente a la Comisaría de Maó. | Gemma Andreu

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Un hombre español, de 35 años de edad, ha ingresado esta semana en prisión tras haber sido detenido por la Policía Nacional el pasado lunes en Maó. El individuo, que acumula numerosos antecedentes policiales, se hallaba huido de la justicia desde hacía 15 días después de haber sido acusado de agredir a su expareja y a un amigo de ella, al que llegó a dejar inconsciente por los golpes que le propinó.

La investigación policial permitió localizar al presunto maltratador por vía telefónica. Los agentes le instaron a que acudiera a Comisaría para prestar declaración pero él se negó asegurando que no le iban a encontrar y por tanto, no le podrían detener.

La Policía Nacional dispuso, entonces, varios controles alrededor de su domicilio en la misma ciudad hasta que consiguió detenerle a pesar de la gran resistencia que opuso. Puesto a disposición judicial al día siguiente, el juez de guardia, a petición del fiscal, decretó su ingreso en prisión provisional hasta la celebración del juicio.