El accidente tuvo lugar en la carretera que une Ciutadella y Cala en Blanes.

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El viernes 9 de junio, J.M.M, hombre de 45 años residente de Menorca desde hace unos 20 años, disfrutaba de su día libre hasta que un trágico accidente empañó la jornada dejándole secuelas que aún perduran. La «odisea» que vive desde entonces, cuenta, no se la esperaba; tampoco la acumulación de «problemas» relacionados con el sistema sanitario que ha tenido que afrontar desde que evitó colisionar contra un coche que se le cruzó en la carretera que une Ciutadella y Cala en Blanes. La moto con la que circulaba en dirección a la urbanización ciutadellenca sobre las 16 horas chocó contra el bordillo al esquivar al otro vehículo y J.M.M perdió el control, cayó de la máquina y dio vueltas hasta que impactó contra las farolas de la avenida.

Desde su casa, con las dos piernas rotas, relata por teléfono en conversación con «Es Diari» cómo estuvo tirado en el suelo, sin poder moverse, una hora esperando la llegada de los servicios sanitarios. «La conductora del coche se comportó de manera cívica y me atendió al instante, los cuerpos de seguridad también me atendieron rápido, pero la ambulancia tardó una hora en llegar», explica. Pasados 30 minutos, recuerda J.M.M, pasó por el lugar del siniestro una ambulancia que se dirigía a atender a una persona inconsciente y no podía detener su camino. El vehículo de Ciutadella, cuenta la víctima del accidente, hacía un traslado a Maó. «No puede ser que haya tan pocos recursos, sobre todo en verano, hace falta más refuerzo de ambulancias y de personal», reivindica.

Código Politrauma

Una vez atendido en el lugar de los hechos, el personal médico de la ambulancia activó el Código Politrauma y trasladó a J.M.M al Hospital General Mateu Orfila. «Me hicieron las pruebas y me dijeron que no tenía nada roto», asegura, cuando él insistía en que «no podía ser porque la pierna izquierda me dolía muchísimo y la derecha también». Las opciones que le dieron en el hospital, según cuenta, fueron dos: permanecer unas horas en observación y volver a casa o pedir el alta voluntaria. «Viendo que no iban a hacer nada más y para ahorrarme horas de espera, decidí pedir el alta voluntaria. Fallo mío», reconoce.

Al día siguiente se levantó «teniendo las rodillas muy hinchadas» y llamó al 061. «Cuando me vieron supieron enseguida que tenía las rodillas destrozadas y me llevaron al hospital», afirma. Allí le volvieron a hacer las pruebas y una radiografía de perfil confirmó que tenía la rótula derecha hecha añicos. «Había que intervenir de urgencia y me llevaron directo a quirófano», rememora. Un mes más tarde, en una visita para realizar curas, solicitó más pruebas porque «tenía la pierna derecha dormida». Resultado: también detectaron una fractura de rótula.

Sin transporte

Lo único que quiere al dar a conocer su historia es que «los ciudadanos tengamos acceso a una sanidad de calidad, que nos miren bien y que nos curen bien», reclama. Por la experiencia vivida, considera que ha habido mala praxis, que se ha agravado, explica, por «negarme el transporte sanitario para recibir las curas en el Canal Salat teniendo las dos piernas rotas». Aunque ahora que le han derivado a cirugía para las curas y a rehabilitación del Mateu Orfila no tiene problemas para los traslados en ambulancia.

El apunte

Heridas tapadas, sin curar durante días y antibióticos para la infección

La víctima del accidente de tráfico, J.M.M, denuncia que le negaron el transporte sanitario para recibir las curas en el Canal Salat. «Para Atención Primaria no facilitaban ambulancias, solo para especialistas», es la respuesta que le dieron. La alternativa era pedir un taxi «pero acabé pidiendo un favor a un vecino, porque vivo solo en Ciutadella». Aparte, critica el modo de proceder con las curas. «Me decían que tenía que tener las heridas tapadas y sin curar más de dos semanas. A los siete días no podía aguantar más del dolor y pedí cita. La herida estaba ulcerosa e infectada por estar tanto tiempo tapada», asegura. Además de recetarle antibióticos, «se tomó la decisión de hacer el seguimiento y las curas en cirugía del Mateu Orfila», centro al que se dirige desde Ciutadella en ambulancia tres días a la semana para las curas y otros dos para rehabilitación.