Imagen de droga y dinero incautado a la banda

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La Policía Nacional y la Guardia Civil han desmantelado la mayor organización criminal dedicada a introducir cocaína desde Barcelona a Menorca, Mallorca y Eivissa, con la detención esta semana de 62 personas, que se suman a las diez detenidas en las fases anteriores de la investigación; el desmantelamiento de tres laboratorios y la intervención de unos 1.100 kilos de estupefaciente.

Además han intervenido 63 kilos de cocaína en paquetes, que era como la transportaban a las islas; y 90 kilos de ketamina. También han intervenido más de 3.300 pastillas de éxtasis, diferentes cantidades de marihuana y hachís, 460.000 euros en efectivo, nueve vehículos, varias armas de fuego y 500 kilos de sustancia de corte. Igualmente han incautado 15 gallos de pelea, 2 loros Amazonas y 4 perros.

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Vínculos con narcos gallegos

El líder de la organización criminal dirigía el tráfico de cocaína entre redes colombianas y dominicanas distribuidas por diferentes ciudades catalanas. La organización mantenía una dura disciplina interna y un extremo hermetismo, con un claro reparto de tareas y jerarquía entre los miembros. Según los investigadores, algunos de los grupos criminales de origen sudamericano que integraban la organización tenían conexiones con narcos gallegos y franceses.

En la operación han colaborado cinco grupos de investigación de la Policía Nacional y Guardia Civil, de Mallorca y Barcelona a lo largo de un año y medio.

Año y medio de investigación

La investigación se inició en Palma a comienzos del verano de 2022, cuando agentes de paisano detectaron a tres hermanos dominicanos que dirigían el tráfico de cocaína entre los locales de ocio de la barriada de Gomila. Detectaron una organización que llevaba seis años funcionando, con más de una docena de chóferes que camuflaban la droga entre los productos legales que repartían y que introducían entre Menorca, Mallorca y Eivissa sin que las empresas conocieran la actividad ilícita. Volvían cargados de dinero en efectivo que pagaban a los distribuidores en pleno puerto de Barcelona.