Dos agentes con las pistolas eléctricas y las cámaras sobre su pecho. | J. Ramírez

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Se trata de armas eléctricas, conocidas popularmente como pistolas-taser, que ya están a disposición de los agentes de la mayoría de Comisarías de la Policía Nacional del país, distribuidas por el Ministerio del Interior. Cuatro de las 27 que han llegado a Balears, han sido destinadas en los últimos días a las dos dependencias policiales existentes en Menorca, las de Ciutadella y Maó, repartidas en el mismo número para que las utilicen indistintamente, cuando sea necesario, los policías adscritos a la Brigada de Seguridad Ciudadana, con fines disuasorios, principalmente.

Estos dispositivos electrónicos de control producen una descarga eléctrica de bajo amperaje para que no suponga ningún riesgo para la salud y provoca la parálisis momentánea de los músculos de quien la recibe, aunque sin que pierda el conocimiento. El dispositivo crea un arco eléctrico entre los dos electrodos. Dispara dos dardos que contienen electrodos conectados con el arma mediante unos alambres de metal. Cuando el agente dispara salen dos cables en lugar de un proyectil, con unos dardos que se prenden al objetivo provocando la descarga eléctrica.

Reducir al detenido

Una vez el agente deja de apretar el gatillo de la pistola, la persona a la que se intenta reducir, para posteriormente detener y esposar, debe recuperar su estado normal. El objetivo fundamental para hacer uso de estas armas es repeler una agresión o disuadir una actitud violenta.

Las pistolas eléctricas habían sido una demanda histórica de los policías nacionales para evitar el uso de las armas de fuego convencionales, dado que son útiles para reducir y detener a delincuentes o personas agresivas sin que estos sufran lesiones.

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Los policías destinados en Menorca, adscritos a las Brigadas de Seguridad Ciudadana, ya han recibido una formación específica para el uso de estos dispositivos y su funcionamiento minimizando las consecuencias para las personas.

Las pistolas eléctricas están consideradas como una alternativa no letal a las armas de fuego. Sin embargo, su uso, en ocasiones, ha estado rodeado de cierta polémica y se han visto relacionadas con algunas muertes en Estados Unidos y el Reino Unido por el mal uso que se ha hecho de ellas.

Cámara de grabación

La Dirección General de la Policía ha precisado que la utilización de estos dispositivos se hará salvaguardando en todo momento la protección de los derechos, tanto de las personas que reciban las descargas como de los propios agentes.

En el momento en que el policía desenfunda la pistola se activa una cámara de grabación que capta las imágenes de la intervención hasta que el arma vuelve a regresar a su posición original en el cuerpo del agente. La cámara la porta el policía sobre su pecho.