Imagen de las vistas de la montaña rusa infantil 'Tomahawk' desde el primer vagón. | Youtube

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«El único recuerdo que tengo de ese día es ver el árbol sobre las vías de la montaña rusa, después del impacto, quedé inconsciente». Son las palabras del músico mahonés Martí Guasteví, uno de los heridos graves en el accidente de Port Aventura el domingo 11 de febrero al caer las ramas de un árbol sobre las vías de la montaña rusa infantil 'Tomahawk'.

Junto a su pareja y los dos hijos de esta, de seis y ocho años, estaba subido en la atracción cuando, según los Mossos d'Esquadra y el propio parque, las fuertes rachas de viento derribaron un árbol próximo a la montaña rusa. Fue en la parte final del recorrido cuando los pasajeros se encontraron la escena y vieron cómo iban directos a estamparse contra el árbol.

Martí Guasteví, junto a su pareja, iba en la segunda fila; delante, en la primera fila, los hijos de ella. Él, como el resto de pasajeros que estaban en los asientos de la parte derecha de la montaña rusa, fue el que se llevó la peor parte a causa de la posición en la que quedaron el árbol y las ramas. En total, el accidente dejó 14 heridos, entre ellos el músico mahonés y la hija de su pareja, que sufrió heridas en la cara y precisó tres puntos de sutura en la frente.

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Alta hospitalaria

Tras el accidente, Guasteví fue atendido en el hospital Sant Joan de Reus, donde le diagnosticaron una fractura en una vértebra. Recibió el alta el mismo domingo sin entender muy bien por qué: «Fue extraño, porque tenía mucho dolor y no podía tragar». Ingresó de nuevo el lunes en el hospital Clínic de Barcelona, donde le hicieron una exploración interna, y desde entonces permaneció tres días en la UCI por un fuerte hematoma en la garganta que le impedía tragar y apenas hablar. El jueves subió a planta y su evolución favorable permitió que este lunes recibiera el alta hospitalaria.

Ya en casa, afronta ahora entre tres y seis meses de baja y un proceso de rehabilitación que le permita recuperarse de sus dolencias. «Afortunadamente todo ha quedado en esto, pero tenemos un shock emocional muy fuerte», asegura. El suceso, además, se ha visto empañado por la «desatención» de Port Aventura, contra quienes los afectados emprenderán acciones legales. «Ha sido muy desagradable, solo recibimos una llamada del hotel para saber si íbamos a renovar la estancia», lamenta. Solo tras haber denunciado la situación a través de los medios de comunicación, asegura, se han interesado por ellos.

Por el contrario, solo puede dirigir palabras de agradecimiento «al sistema social, que ha sido impecable, todas las atenciones recibidas han sido increíbles, debemos cuidar el sistema sanitario». También aprecia las muestras de cariño y preocupación que le han hecho llegar todas aquellas personas que se han interesado por su estado de salud: «Me han hecho sentir muy acompañado», afirma, y a todos ellos les lanza un mensaje de tranquilidad. Ahora solo queda recuperarse «para seguir haciendo música», asiente.