El hombre sobre el que ahora se solicita esta declaración había nacido en la pequeña población zaragozana de Ateca, perteneciente a la comunidad de Calatayud, el 28 de marzo de 1954,por lo que cuando se perdió su rastro tenía 49 años de edad. Al parecer se había desplazado a Menorca para trabajar en una empresa relacionada con el sector de la construcción.
Su familia dejó de tener comunicacion con él a principios de marzo de 2013, de hecho, la fecha que marca su desaparición es el día 3 de aquel mes. Perdido el contacto, su mujer acudió a una comisaría de la Policía Nacional de Zaragoza donde presentó una denuncia por este hecho. Los agentes del Cuerpo Nacional trasladaron el caso de inmediato a la Compañía de la Guardia Civil de Menorca puesto que la mujer informó que el hombre se había desplazado a la Isla para trabajar. Al parecer cuando se dejaron de tener noticias de él se encontraba de baja médica.
Fue entonces cuando la Policía Judicial de la Benemérita inició la investigación. Días después los agentes encontraron el vehículo del individuo estacionado en un aparcamiento de Cala en Porter, junto a la discoteca Cova d’en Xoroi. Se organizó una batida por las zonas más próximas de la urbanización y por la parte del acantilado que bordea la playa hasta que se hallaron varios objetos personales y una chaqueta compatibles con las del desaparecido.
Se realizaron inspecciones oculares tanto entre las rocas como en el mar pero nunca se encontró el cuerpo de la persona desaparecida.
Transcurridos más de los diez años desde entonces, la hija había solicitado la declaración de fallecimiento de su padre en el Juzgado de Maó, que la admitió y el 2 de abril se celebrará la comparecencia que debe derivar en la obtención del certificado para poder acceder y decidir sobre el legado de su padre.
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