Bujot de Conxa Juanola por la Colla de Geganters de Llucmaçanes | O.S.

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El fuego de Sant Joan se apoderó la noche de este viernes de las plazas, calles y parques de los pueblos menorquines con fogatas, quema de bujots y bailes para celebrar la entrada en el solsticio de verano, atraer la buena suerte y dejar atrás todo lo malo, quemándolo en las llamas purificadoras. Mientras una multitud vibraba con la tradición y los caballos en Ciutadella, el resto de municipios empezó la noche más corta del año con un programa variado de actividades en torno a las hogueras.

En Maó la fiesta se trasladó, como ya es habitual, al parque de Es Freginal, con un espectáculo de fuego a cargo de los Amics dels Diables, el encendido de la hoguera y buen ambiente con música a partir de las 22.30 horas. Por la tarde el Club de Jubilats de Vassallo ofreció un taller de cañas verdes y hubo canción y animación infantil, así como premios a los mejores bujots. Otros puntos del municipio también celebraron Sant Joan con sus propias fogatas, torradas, quema de monigotes, verbenas y glosats. Así lo vivieron los núcleos de Es Grau, Sant Climent, Sa Mesquida, Llucmaçanes.

Pasacalles y fogatas también en el resto de pueblos

Sant Lluís, Es Castell y Es Mercadal se sumaron a la celebración con fiestas infantiles de calle por la tarde y hogueras nocturnas. La Colla de Geganters de Es Castell recogió los bujots inscritos para la quema y a las 21 horas comenzó la hoguera. En Es Mercadal la rua salio de la biblioteca y se dirigió a los antiguos cuarteles para enceder la fogata en el recinto. En Sant Lluís la Jazz Band del Orfeó Mahonés animó el pasacalles desde el Molí de Dalt, con el gigante Joan Flametes, que recogió los bujots por todos los domicilios. A la animación infantil con Pinyeta Pinyol y la entrega de premios a las mejores creaciones de muñecos, le siguió el encendido de la hoguera en el parking del Camí Vell de S'Uestrà.