Voluntarios trabajando con los materiales encontrados este verano en Torre d’en Galmés | Javier Coll

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La presentación de los resultados de las excavaciones suelen ser la parte más mediática del trabajo de los arqueólogos. Pero más allá de los hallazgos fruto del trabajo físico, los expertos en indagar los rastros del pasado desempeñan muchas otras labores. Si el verano es época de tocar la tierra, a pleno sol, cuando acaba esa estación llega el momento del laboratorio. Una parte mucho más desconocida y que la Associació Amics del Museo de Menorca, que desde hace 17 temporadas se encarga de la excavación del poblado talayótico de Torre d'en Galmés, promocionó este sábado con una actividad en el Museu.

Allí, en la sede de la entidad, se explicó a los asistentes cómo se desarrollan las tareas de limpieza de los materiales cerámicos encontrados este verano durante la excavación llevada a cabo en el patio delantero del círculo 6 del recinto. Explica Cecilia Ligero, presidenta de la asociación cultural, que cada año cuando terminan la temporada es costumbre organizar una jornada de puertas abiertas para dar a conocer los avances conseguidos. Según relata, durante esos encuentros muchas personas preguntaban qué ocurría después con los materiales que les mostraban, razón por la que se ha decidido por primera vez invitar a los interesados a visitar el laboratorio.

Allí pudieron comprobar el primer paso de una cadena al que le seguirán tareas de clasificación, selección, catalogación e inventariado para la redacción de una memoria.