La Sala Multifuncional de Es Mercadal fue un año más el lugar elegido para el acto. | Josep Bagur Gomila

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Pagar a los donantes de sangre es algo que está prohibido por ley en España desde 1985, es por ello que entidades como la Fundació Banc de Sang i Teixits de les Illes Balears acostumbra a celebrar actos de agradecimiento como el que ayer tuvo lugar en la Sala Multifuncional de Es Mercadal.

«Lo que perseguimos con este tipo de eventos es que los donantes se sientan recompensados de alguna manera por su acto de altruismo. Que se sientan valorados es nuestra pequeña manera de ayudar», reconocía ayer el director de la Fundació, Ismael Gutiérrez, durante su visita a la Isla, donde pudo conocer en persona a muchas de las 73 personas que fueron homenajeadas por su compromiso con la causa, entre ellas una mujer que alcanzó la cifra de 60 donaciones.

La desaparición de la Hermandad de Donantes de Sangre de Menorca supuso hace dos años un fuerte varapalo, pero las cosas parecen estar volviendo a la normalidad. «Cuando cesó en su actividad se notó temporalmente, pero con el paso del tiempo se han ido recuperado los niveles e incluso estamos viendo un repunte en los diferentes municipios», avanza Gutiérrez en base a los datos que tienen de 2017, aún no definitivos. En su visita, el gerente recordó que el centro de la calle Pintor Calbó en Maó está también abierto para todas aquella personas interesadas en inscribirse en el banco de donantes de médula ósea.