Cinco minutos para venderse. Los alumnos y exalumnos de la Escuela de Turismo debían acudir a la mesa de la empresa en la que están interesados en trabajar y exponer, en unos cinco minutos, su formación y experiencia profesional y despertar el interés de los entrevistadores | Sergi Garcia

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La temporada está a la vuelta de la esquina y la interacción entre empresas turísticas y solicitantes de empleo, con tal de organizarla, ya ha comenzado. El proceso de búsqueda de empleo o búsqueda de trabajadores tradicional es, a veces, complicado y poco ágil. Para ambas partes.

Conscientes de ello, desde la Escuela de Turismo de Menorca han puesto a prueba, por segundo año, un método más dinámico. Este viernes su sede, situada en la calle Valencia de Ciutadella, se convirtió en un aparador de puestos trabajo, para los alumnos y exalumnos del centro y en una bolsa de trabajadores para 18 empresas de la Isla (10 más que el año pasado).

«Cualquier alumno que haya estado matriculado en la Escuela, ya sea en un curso de ochenta horas o en una carrera, tienen acceso a esta Feria», explica la directora del centro, Maria Benejam.

Ellos, por su parte, tan solo debían dirigirse a los espacios en las que se ubicaban las ofertas empleo por las que estaban interesados, sin límite alguno, y venderse como profesionales.

La gran mayoría de compañías acudieron a la cita para contratar a personal de cocina, camareros o recepcionistas. Aún así, también se ofertaban puestos de conserje de noche, de animador o, incluso de masajista. De modo que los candidatos debían de exponer en cinco minutos su formación y experiencia profesional, para tratar de despertar el interés de los entrevistadores. «Para las empresas es un buen sistema porque saben que todos los candidatos son gente formada en este ámbito y con ganas de trabajar en el sector. Es el perfil que están buscando», indica Benejam.

Así, durante la mañana de este viernes entre nervios pero con ánimo, desfilaron por las mesas de cada empresa más de cien alumnos y exalumnos, de todas las edades. Algunos se estrenaban en este sistema de proceso de selección y otros ya tenían la experiencia de año pasado. Asimismo, unos se presentaban a una oferta en concreto, aunque la gran mayoría lo hizo a más de uno. En general, en único criterio por el que se regían los candidatos era el de la localización del empleo, en función de si es o no próxima a su lugar de residencia.

De cualquier modo la idea de esta iniciativa, según señala Benejam, es de «poner en contacto a la empresa y a los alumnos y hacer más fácil el proceso».

Los candidatos, por otra parte, valoran muy positivamente la jornada. «Es una muy buena oportunidad para conseguir un trabajo de lo que hemos estudiado», comentaban. Algunos también lo valoraban como «una oportunidad de perder el miedo a las entrevistas». Otros opinaban que «a veces no sabes muy bien como contactar con la empresa y de esta manera es mucho más fáciles».