Es mayo, mes de las flores, y como cada año estas se dejan ver en la calle. La pandemia del coronavirus no ha podido con una tradición que se celebra desde hace tiempo en Ferreries y Es Migjorn Gran. Los dos pueblos han florecido una primavera más, aunque en el marco de unas fiestas adaptadas a las situaciones que estamos viviendo.
Así, Ferreries Floreix, que ha eliminado toda la programación alrededor de la fiesta, se ha quedado con la esencia de la misma, y para ello se han encargado de trasladar durante las últimas semanas a los vecinos su invitación a decorar balcones y fachadas. La respuesta del pueblo ha vuelto a ser notable.
En la localidad vecina también tuvo lugar ayer la fiesta Un ram per Es Migjorn. En este caso se ha apostado por la continuidad pese a la adversidad, aunque en esta ocasión no se ha podido contar como en otros años con la colaboración de la escuela. Aun así, calles, portales, ventanas y balcones lucieron en su máximo esplendor.
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