La muestra abrió el viernes sus puertas en el Convent de Sant Diego. | Josep Bagur Gomila

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Reconoce Toni Bravo (Maó, 1970) que la pasión por el mundo de la astronomía llegó primero a su vida, antes que la afición por retratar las estrellas y los planetas. «Cuando fotografías hay que conocer antes bien al personaje que tienes delante», argumenta este experimentado astrofotógrafo que es noticia por haber inaugurado ayer la exposición «Firmament de Menorca», organizada con la colaboración del Área de Cultura del Ayuntamiento de Alaior. Se podrá visitar en el Convent de Sant Diego hasta el próximo 18 de febrero (de martes a domingo, entre las 18.30 y las 20.30 horas).

Se trata de una muestra en la que recopila 21 fotografías tomadas del cielo menorquín. Instantáneas de gran y mediano tamaño que comparten protagonismo en el marco de la exposición con la proyección en dos monitores de 55 pulgadas para visionar objetos de cielo profundo, nebulosas y galaxias. «En realidad enseño al público el trabajo que he ido acumulando principalmente durante los últimos cinco años», adelanta.

Colgando de las paredes de ese centro cultural de Alaior se pueden ver desde el viernes una estrella circumpolar tomada desde Favàritx, espectaculares panorámicas de la Luna así como de planetas como Saturno, Júpiter o Marte. Cada una de las instantáneas va acompañada de textos explicativos acerca de lo que se puede observar con detalle, además de indicaciones sobre cómo se tomó la captura.

Después de que durante muchos años se dedicara únicamente a la observación, «un periodo en el que aprendí mucho», confiesa que ahora está metido de lleno en el campo de la astrofografía. Su interés por el mundo de las estrellas se remonta a su juventud, pero no tuvo su primer telescopio hasta hace 25 años. Una afición la suya que, por el material técnico que requiere, no resulta barata. «Cada tipo de fotografía necesita un telescopio específico, hay que especializarse en cada campo, por eso mi problema es que quiero fotografiarlo todo», dice.

Su suerte es vivir en un destino como Menorca. «Piensa que en la Península tienen que hacer entre 200 y 300 kilómetros para alejarse de la contaminación lumínica, inconveniente que en la Isla es muy moderado» explica Bravo, presidente y miembro fundador además de Astro Menorca. En su caso, cuando se trata de salir a fotografiar el firmamento de Menorca tiene tres sitios predilectos: los aparcamientos de Binimel·la y Cavalleria, en litoral norte, y el de Son Saura en la costa sur.