Trobada de Barques Clàssiques | Gemma Andreu

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Fiel a su cita con el mes de julio, la Trobada de Barques Clàssiques i Vela latina de Fornells sigue sumando millas de navegación a sus espaldas, una trayectoria que con la celebración de este fin de semana acumula ya 33 ediciones. Estamos ante la cita de este tipo más veterana de la Isla «y una de las más antiguas del Mediterráneo», recuerda Evarist Coll, presidente de la entidad organizadora, Amics de la Mar de Menorca.

Pese a los inconvenientes que supone celebrar este tipo de eventos ahora que la pandemia aprieta de nuevo con un notable incremento de contagios, el encuentro ha logrado salir adelante sin tener que alterar prácticamente su programa. Los organizadores solo se han visto obligados a suspender por precaución la tradicional fiesta marinera que se tenía que haber celebrado la noche del sábado.

Sí fue posible en cambio que tuviera lugar uno de los eventos estrella, las salida a navegar por la tarde. Una cita que dada la situación sanitaria ha registrado un menor volumen de inscripciones que otras ediciones. Este año solo se han desplazado hasta la bahía de Fornells 15 embarcaciones clásicas, entre las cuales solo se hicieron a la mar ayer una decena.

La tarde fue propicia para la navegación, «con buenas rachas de viento», explica Coll, para el lucimiento de las embarcaciones clásicas. Una flota que contó con auténticas joyas, como el «San Fernando», uno de los botes más antiguos de los que se tiene constancia en la Isla, fabricado a finales del siglo XIX.

Tampoco faltaron a la cita otras emblemáticas embarcaciones de Amics de la Mar de Menorca, como el «Besitos» y la «María Gloria», que durante todo el año funcionan como elementos para la promoción de la vela latina entre los menorquines.

El evento también está contando, como ya ha sucedido en otras ocasiones, con barcas llegadas desde fuera de la Isla, como el sardinal «Sa Rata», procedente de Catalunya. Si las condiciones acompañan, está previsto que la mañana de este domingo las embarcaciones vuelvan a desplegar sus velas en la bahía de Fornells.