Dos jóvenes recolectores de ‘esclata-sangs’ muestran el ‘botín’ recogido durante una salida por Es Mercadal el pasado fin de semana.

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Cumplido un mes desde la entrada del otoño, se puede decir que la temporada de setas ya está aquí, aunque está llamando a la puerta muy poco a poco. Que en Sa Plaça de Maó ya se hayan puesto a la venta los siempre apreciados esclata-sangs es toda una señal. Maria Caymaris vendió los primeros de este año el lunes en un visto y no visto. Los siete kilos que puso a la venta no duraron más de una hora y media, y desde entonces no ha podido reponer. ¿Precio de salida? 20 euros el kilo, una tarifa que apenas variará, avanza la comerciante, quien no solo defiende el producto local, sino también los «precios razonables». Un género que por el momento solo aflora por la zona de levante: en poniente todavía no han llegado a los establecimientos consultados en Ciutadella y Ferreries.

Se ve que por el momento la recogida funciona a pequeña escala, la del autoconsumo. En la familia de Juanmi Llompart el experto es su padre, a quien ha acompañado desde pequeño y algo sabe de esto.El pasado sábado fue de excursión con unos amigos y encontraron los suficientes esclata-sangs para degustarlos salteados con ajo y perejil.

Llompart salió de expedición por Es Mercadal, que según los expertos suele ser la zona de la Isla en la que salen las primeras setas de la temporada. Así lo confirma Hilari Francisco Martínez, de 57 años    y ‘cazador’ de setas cada otoño desde que tenía 12. El primer día recogió un par de kilos, seis el siguiente, y confía que esa progresión siga aumentando en las próximas jornadas. No obstante, reconoce que es un poco pronto, y vaticina que en unos 15 días se podrá empezar a recoger mucho más.

A juicio de Martínez todo apunta a que «será una buena temporada» de setas la de este año. En su caso, le gusta más ir a buscarlas que comerlas, y gran parte de las que recoge las regala. Lo que sí recomienda es tener paciencia. «La gente se piensa que si hoy llueve, mañana ya se puede salir a buscar setas, pero la realidad es que todo lleva un proceso», concluye.