Aboom Teatre visita la Isla. Un montaje en el que el mensaje se trabaja desde un planteamiento simbólico con el objetivo de despertar y estimular la imaginación | Josep Tobella

TW
1

Este año se cumple el décimo aniversario de la compañía de teatro Aboom, un proyecto que, tal y como explica su fundadora, Mei Samarra, nació de «la forma más inesperada posible». Rememora la historia de cómo cuando llevaba a su hijo pequeño a espectáculos, las propuestas con las que se encontraban no le acababan de convencer. Así, un día, hablando con una compañera dijo: «Si no encontramos un teatro que nos gusta, ¿por qué no lo hacemos nosotras?».

Pues dicho y hecho, y así, con la regla de avanzar «huyendo de lo que no nos gusta» el proyecto ha ido creciendo «sin parar de trabajar». Un camino que les    acerca este domingo a Menorca para representar en doble sesión (17 y 18 horas) la obra «Baby Esferic» en la Sala Albert Camus de Sant Lluís. Una propuesta que, como es marca de la casa, cuenta con la peculiaridad de estar dirigida a bebés desde tres meses hasta tres años, pero también para el disfrute de toda la familia.

Un homenaje a la Tierra y a sus herederos que habla de la magia que nos une al planeta y a sus habitantes a través de diferentes historias y paisajes. Y todo ello mediante de un lenguaje adaptado, sin texto, simbólico y sobre todo ofreciendo mucha libertad de imaginación al espectador.

«Estamos plantando una semilla en los espectadores del mañana», explica Samarra, quien además interpreta la obra junto a su socio escénico, Eduardo Telletxea. «Generamos adultos que en el futuro estarán interesados por la cultura», añade la fundadora de la compañía, quien recuerda que está comprobado que todo aquello que se vive entre los 0 y los 7 años «marca el carácter».

No esconde que lo que hacen implica cierta dificultad: «Está claro que es el público más exigente, no te van a hacer un cumplido porque sí», señala para a renglón seguido reconocer que «para nosotros es un trabajo muy gratificante cuando subimos al escenario y vemos cómo quedan atrapados con la magia del espectáculo. Son muy receptivos».

En el caso de «Baby Esferic» los objetivos que se han marcado desde la compañía pasan por «ver la naturaleza con ojos de niño» y colocar a estos jóvenes espectadores «en un lugar preferente» ya que «ellos son nuestro futuro».