El «Al Waab» permanece atracado desde el jueves por la tarde en el puerto de Maó. | Gemma Andreu

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Hace menos de un año que salió del astillero Alia Yachts en Turquía y fue un encargo personalizado de un multimillonario de Catar. Distinguido con cuatro premios internacionales, es ya un emblema de las embarcaciones de recreo de lujo, el «Al Waab» se ha sumado este jueves a la lista de ilustres visitantes del puerto de Maó. Se da la circunstancia, además, de que es el tercer superyate vinculado a grandes fortunas del Golfo Pérsico que recala este verano en la ciudad.

Con 55 metros de eslora no es el yate más grande que ha recorrido este verano las aguas de Menorca, pero sí uno de los más lujosos. Su diseño y arquitectura naval son obra del estudio neerlandés Vripack Yacht Design, con la supervisión del propietario que estuvo pendiente de todos los detalles durante su construcción. Ambos se fijaron el objetivo de maximizar el volumen disponible y garantizar al máximo la comodidad de los viajeros, como se aprecia en las imágenes del resultado final.

Uno de los salones interiores del superyate, en una imagen promocional del astillero.

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Pasaban pocos minutos de las seis de la tarde del jueves cuando el «Al Waab» hacía su entrada en Maó. El brillo de su estructura de acero y aluminio contrasta con la calidez de la madera de teca que recubre sus cubiertas. A bordo pueden viajar un máximo de 12 invitados, atendidos por una tripulación de diez personas. Un tanque de 52.000 litros de combustible alimenta sus dos motores diésel, mientras que el depósito de agua potable interior tiene una capacidad de 18.000 litros.

Antes del «Al Waad» hizo escala este verano en el puerto de Maó el «Kolaha», propiedad del empresario saudí Khaled Juffali, y el «Yasmine of the sea», cuya construcción fue encargada en su día por Abdullah bin Khalifa Al Thani, miembro de la familia real de Catar y ex primer ministro del país.