El quinto aniversario de Blec Tattoo, establecimiento de Maó para la realización y la cultura de los tatuajes, ha reunido esta semana a nombres destacados de este arte, de distintos estilos y procedencias. A los artistas Jaume Oliver, Joan Andreu y Guille Giménez, socios del estudio, junto con la manager Ester Santasusana, se suman 15 tatuadores nacionales e internacionales, quienes actúan en el programa de esta celebración como invitados y con una larga lista de personas interesadas en pasar por sus manos. Lo son Helga Cortés o la Pelos, desde Barcelona, así como Nestink, desde Canarias, o el polinesio Tevairai.
Llevan a Menorca desde el tatuaje tradicional, al ornamental, kawaii, maorí, dark, realismo, manga, new school, tribal o neojaponés. Una semana entera de intercambio profesional con esta posibilidad de plasmar en la piel de los demandantes el arte perenne de reconocidos creadores.
Tatuaje de Jaume Oliver (Jaume Chavala), de estilo tradicional.
Blec Tattoo ha visto desde su nacimiento un incremento de interés en la Isla por la estampación del cuerpo. Ester Santasusana explica que no es algo exclusivo de la juventud y que entre sus clientes han pasado personas de 70 e incluso de 80 años para la realización de su primer tatu. Que lo que más se demanda son nombres y que las zonas principalmente tatuadas son los brazos. Donde, además, duele menos. Si bien resta importancia a este «pequeño» trance por el que hay que pasar. Hay quienes son verdaderos coleccionistas a través de su cuerpo de dibujos considerados obras de arte, y donde, evidentemente, lo que vale es la firma del autor. Más allá de tendencia que marcan algunos futbolistas, recalcan la fidelidad a esta cultura, recogiendo todos los estilos. Ilustraciones de línea fina y de realismo son los que más se llevan, y está en boga la moda de pintarse una parte del cuerpo de negro o blackout.
Un dibujo realista de Guille Giménez (Sikermoso).
Cada tatuador tiene su estilo, que conviene adaptar a cada persona. Es lo que se potencia en la actividad de estos días, en la que también intervienen los residentes del local Iván Nator (estilo old school y japonés) y Manu López (tradicional).
Los nombres propios de Blec Tattoo: Ester Santasusana, Joan Andreu, Jaume Oliver i Guille Giménez.
Desde aquí, recuerdan la importancia de cumplir con los requisitos sanitarios y disuaden en general a menores de edad, hasta que la decisión responda a preferencias suficientemente maduradas. Y es que un tatu es para siempre, por mucho que después se pueda proceder a quitarlo con láser (bastante costoso) o a la solución de cover, taparlo con otro tatu. El aniversario incluye una fiesta y conciertos el viernes en Bandidu de Maó.
El apunte
Entre las formas más estampadas están también los motivos insulares
El nombre del local, Blec Tattoo, es de raíces menorquinas, inspirado en la forma blec, como sinónimo de negro, cogida de la expresión ull blec heredada de los ingleses que pasaron por la Isla. El negro sigue siendo el color rey en el mundo del tatuaje, junto a otros colores de base como el rojo o el verde. Y en cuanto a motivos, dejando al margen los que son verdaderas obras de arte estampadas en el cuerpo, destaca la silueta de Menorca, que triunfa tanto en clientes locales como turistas, tal y como lo destacan desde este establecimiento. Pero junto al contorno geográfico, algunos piden otros motivos de la Isla, como las abarcas o el caballo. Dibujos que no pierden y que utilizan tipos de tintas que han evolucionado junto al auge de este arte.
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