La visita a la fábrica quedó reflejada con imágenes y texto en los diferentes perfiles de Instagram de las jóvenes del grupo, que suman un millón y medio de seguidores. | Katerina Pu

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Veinte influencers internacionales llegaron el lunes a Menorca por iniciativa del departamento de marketing, comunicación e imagen de Mascaró, con el objetivo de conocer de primera mano los zapatos Pretty Ballerinas y su proceso de creación de calidad artesanal desde la fábrica de Ferreries. Un grupo de 20 jóvenes influencers, seleccionadas para hacer este viaje experiencial, provenientes del mundo del estilismo, la estética o la moda de diferentes países, entre ellos España, Francia, Reino Unido, Holanda, Alemania, Israel, Singapur y China. Son países o mercados donde la firma tiene presencia y todas estas influencers declararon ser fans de la marca, que incluso hemos visto en series como «Emily in Paris» de Netflix.

Alojadas en Ciutadella, en el Hotel Can Faustino, ayer, después de desayunar en el Bar Ulisses, en la Plaça de la Llibertat, este grupo de influencers, con todo su glamour, llegó en minibús a la fábrica, con la bienvenida de la dirección y representantes de Mascaró.

Era el inicio de un tour por el proceso de creación, cien por cien menorquín, de estos pares de zapatos, que la mayoría de ellas llevaba ayer. Desde el departamento de diseño, por ejemplo, les explicaron de dónde surge la inspiración y la creatividad para hacer las colecciones. Sin perder de vista el target, el perfil de mujer al que se dirige, reciben la influencia de las ferias, con todas sus tendencias, así como de las calles de capitales como Londres o París. Frente a las muestras de verano 2024, con fuerte presencia de metalizados y colores fluor, algunas afirmaban: «¡Qué chulas!; ¡Me encantan!; ¡Son bestiales!», valorando el diseño y la comodidad.

Durante el recorrido por la fábrica, de donde salen mil pares cada día y donde trabajan unas 200 personas, conocieron su origen familiar, que se remonta al año 1918 y a la tradición genuina del calzado hecho en Menorca. Y vieron también cómo cada par de Pretty Ballerinas pasa por 60 manos diferentes antes de ser empaquetado y viajar por los cinco continentes. La combinación de técnicas artesanales y tecnológicas, como el corte láser, para aprovechar al máximo la piel, la calidad del proceso y la ecología de residuos fueron algunas de las cosas que más destacaron.

Mensajes, con espléndidas fotos, que se trasladaron después a sus redes, convirtiendo la marca, si no en trending topic, en una de las más destacadas en canales como Instagram. Y de fondo, Menorca vestida de estilo en los perfiles de estas influencers, con las españolas Saray Luis, Ana Vera, Marta Handrich y Helena Cuesta. Además de las francesas Apolline Thibault y Danielle Copperman; las británicas Kennie Cheng, Lilah Parsons, Gabriella Berdugo y Sian Eastment, o la israelí Neta Cherner. Completan el grupo las alemanas Jacqueline Zelwis, Katharina Puritscher y Anna Kuen; la holandesa Luna Isabella; las chinas Tsitra C y Rosa Luo, y las singapurenses Melody, Jerilyn Moon y Sophie Willocq. Juntas, suman una comunidad de más de un millón y medio de seguidores.

Después de la visita a la fábrica, tuvieron un almuerzo en Villa Le Blanc Gran Melià. Al atardecer recorrieron las calles antiguas de la ciudad e hicieron una salida en barco desde el Puerto. La cena en S'Amarador y un rato en Jazzbah terminaron la jornada. Un viaje experiencial por Menorca, una inmersión en la isla y en la cultura menorquina, en palabras de la responsable de marketing, comunicación e imagen de Mascaró, Montse Novau, que se traslada y se dinamiza en la red con todo tipo de texto e imágenes. Menorca y la marca visitada en un efecto tam-tam. «El trocito favorito del mundo», para algunas en sus historias de Instagram.