La Isla cuenta con una treintena de floristerías, concentradas mayoritariamente en Ciutadella y Maó | Josep Bagur Gomila

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El sector de la floristería en la Isla, que incluye una treintena de    establecimientos, la mayoría radicados en Máo y Ciutadella, vuelve a respirar optimismo después de haber consolidado el año pasado la recuperación del nivel de ventas anterior a 2020, año del inicio de la pandemia de la covid-19, según afirma María José Soriano, propietaria de La Hortícola Balear, miembro de la Asociación Nacional de Floristas y presidenta de la asociación Mô Comercial, que acoge cerca de un centenar de establecimientos de diferentes sectores ubicados en el centro de Maó.

La pandemia de la covid-19, incluido los tres meses de confinamiento del primer año, marcó un antes y un después en la actividad de las floristerías. No fue hasta finales de 2021 que el sector experimentó un ligero incremento de las ventas, con un posterior    descenso de la actividad y ya en 2022 el crecimiento se acentuó. «En general, el sector de la floristería conoce un buen momento, el año pasado ha sido mejor que el anterior, por lo que puede decirse que se ha superado el volumen de ventas anterior a la pandemia», asegura Soriano.

Las floristerías se nutren mayormente a lo largo del año de la clientela de la Isla. La actividad comercial tiene unas fechas puntuales en que las ventas aumentan considerablemente, como la festividad de San Valentín, el Día de la Madre, Pascua y Sant Jordi «que cada vez más se está imponiendo en la Isla», apunta.    La actividad se resiente un tanto con el final de la temporada de verano, aunque vuelve a animarse con la celebración de Todos los Santos y semanas después con la campaña de Navidad.

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María José Soriano preside Mô Comercial y es miembro de la Asociación Nacional de Floristas | Gemma Andreu

Durante los días del resto del año la gente acude a las floristerías para obsequiar con flores otras fechas destacadas, como los nacimientos, cumpleaños, funerales y actos de agradecimiento.

Además de las ventas directas en las tiendas, el sector tiene otra fuente de ingresos como son la celebración de bodas y otros eventos que requieren de ornamentos florales, aunque reconoce que «cada vez más las bodas protagonizadas por parejas de fuera de la Isla, que se realizan normalmente en verano, ya incluyen este servicio contratado en la península», afirma.

Fechas señaladas

¿Qué flores y plantas compra la gente en fechas señaladas? Por ejemplo, en la pasada jornada de San Valentín la gente ha comprado en mayor medida, hasta un 90 por ciento, rosas rojas. «Suelen pedir una, dos y hasta tres rosas, que luego lo complementan con un detalle como un corazón o un muñeco. Además, compran plantas como orquídeas y Anthurium», asegura. ¿Y qué cantidad se gasta?    «La cantidad media que se ha gastado es de 30-35 euros, mientras que la compra más barata osciló entre los 7 y 10 euros, y hay personas que de forma excepcional pueden gastar unos cientos de euros», asegura. Otro ejemplo. El Día de la Madre las ventas son más diversificadas, «pueden ser tanto plantas y composiciones de varias plantas como flores. Ahora se lleva muchísimo la flor natural seca, va variando dependiendo de la temporada, como sucede en el mundo de la moda, a lo mejor dentro de un año o dos se pondrá de moda otro tipo de flor o planta», subraya.