El vaso está decorado con ilustraciones del mito de Orestes y formaba parte del ajuar funerario de una tumba.    | Katerina Pu

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En una excavación en la antigua necrópolis romana de Iamo, ubicada bajo la calle de Ses Andrones de la actual Ciutadella, apareció hace años una pieza excepcional que se expone en el museo municipal de Can Saura. Este vaso romano tan particular, decorado con el mito de Orestes y que formaba parte del ajuar funerario de una tumba, es todavía bastante desconocido entre el público menorquín.

Las singularidades de esta pieza las mostrará este jueves el doctor en Filología Clásica Bartomeu Obrador Cursach en una charla que ofrecerá en Can Saura a las 19.30 horas. El filólogo fue autor, junto con los arqueólogos Antoni Camps Extremera y Joan C. de Nicolás Mascaró, del artículo «El iudicium Orestis en una copa de parets fines trobada a la necrópolis romana de Iamo», publicado en el número 89 de la revista Randa.

El vaso apareció en la tumba que contenía los restos quemados de una mujer de entre 25 y 35 años y los restos no incinerados de un feto o neonato de 37 semanas de gestación. «A falta de un análisis de ADN, los arqueólogos plantean que se trata una madre y su bebé, muerto por complicaciones en el parto», explica Obrador. La tumba data entre finales del siglo I antes de Cristo y principios del siglo I después de Cristo (años 30 a.C.- 40 d.C.), durante la Dinastía Júlia-Claudia.

Se trata de un skyphos, un vaso o copa de cerámica «de paredes finas» con una decoración en relieve que muestra una secuencia mitológica del juicio de Orestes. Los diferentes fragmentos que se encontraron permitieron reconstruirlo en un 70 por ciento, algo muy destacable porque son «rarísimas las piezas bien conservadas», debido a la gran fragilidad de esos vasos tan delicados.

Reproducciones gráficas de las figuras que adornan el vaso romano.

Además, los pocos fragmentos de copas de tipo skyphos que se han encontrado en la península italiana y la ibérica no tienen ningún tipo de decoración plástica, a diferencia de la pieza menorquina, cuya ornamentación es «absolutamente destacable».

El juicio de Orestes

Orestes es uno de los héroes más famosos de la mitología griega. Hijo de Agamenón y de Clitemnestra, y hermano de Electra e Ifigenia. Al regresar de la guerra de Troya, Agamenón fue asesinado por Egisto, amante de su esposa. Orestes, también amenazado de muerte, huyó y años después volvió para vengar la muerte de su padre matando a Egisto y a su madre.

Los relieves del vaso encontrado en Ciutadella cuentan en cinco escenas la historia de la persecución, el juicio y la absolución de Orestes tras estos asesinatos. Así, en los dibujos se aprecia al héroe junto a la tumba de su padre, el encuentro fortuito con su hermana Ifigenia, Orestes castigado por una Erinia, la diosa Atenea votando en el juicio por absolver o condenar a Orestes y el héroe esperando el veredicto.

Reproducciones gráficas de las figuras que adornan el vaso romano.

La complicación de su caso hizo de Orestes una figura recurrente en las escuelas de retórica y un mito fundacional del sistema democrático de Atenas.

Un producto caro

Camps, de Nicolás y Obrador concluyen que el excepcional vaso de Ciutadella fue un producto caro y fabricado artesanalmente en la península itálica que llegó a manos de una persona notable y posiblemente culta del asentamiento romano de Iamo. Supone una de las primeras expresiones de la cultura clásica que se manifiestan en Menorca después de la conquista romana del 123 a.C.

Acabó acompañando en la muerte a una querida mujer y su hijo, junto con otras piezas de ajuar. La incineración de la mujer se realizó justo al lado de la tumba o en un lugar cercano y la recogida de restos fue muy meticulosa. Además, por la disposición de las piedras, se aprecia que la tumba se cerró con una losa y que sobre ella se levantó un monumento funerario marcando el lugar del entierro dentro de la necrópolis.

En conjunto, se trata una de las incineraciones más notables de las que se han conocido hasta ahora entre las necrópolis romanas menorquinas.

El apunte

La necrópolis de Iamo

Las excavaciones arqueológicas preventivas hechas en la calle de ses Andrones de Ciutadella en el año 2001 destaparon parte de la necrópolis alto-imperial romana de la ciudad. Aquí se practicaban varios rituales funerarios, tanto de inhumación como de incineración. En estos, se quemaban los cuerpos y se depositaban los restos en contenedores, que luego se enterraban en cavidades de roca excavada en el suelo. Cerca del cementerio se localizaron también dos canteras, por lo que se entiende que la zona formaba parte de la periferia de Iamo.