Se recupera la tradición del ‘Davallament de la Creu' en Maó | Gemma Andreu

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Esta Semana Santa marca un hito importante para las cofradías y hermandades de Maó al recuperar la tradición del ‘Davallament de la Creu'. Se celebra este Viernes Santo, a las 20 horas, antes de la salida de la procesión del Santo Entierro. Se oficiará un acto paralitúrgico con el canto del Stabat Mater, motete, salmos, música de órgano y un juego de luces.

El párroco, Joan Miquel Sastre, explica que se lleva a cabo gracias a la iniciativa conjunta de las tres cofradías vinculadas a la iglesia parroquial de Santa María de Maó - Santo Sepulcro, la Soledad y Centuriones de San Cornelio-, y las aportaciones de varios fieles. Destaca el presbítero Sastre Preto el esfuerzo y la buena colaboración a través de los hermanos mayores de las tres cofradías: Antoni Periano, Antoni Martín y Llorenç Cardona.

El Viernes Santo del año pasado se hizo una prueba para volver a celebrar esta representación que forma parte de las expresiones de fe popular durante la Semana Santa menorquina, realizada durante años en numerosas parroquias, según acredita el informe histórico redactado por el investigador Francesc Carreras Catchot.

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Imagen articulada

Las aportaciones efectuadas por varios integrantes de las tres cofradías de Santa María así como distintos fieles han costeado la imagen articulada de Jesús crucificado, que ha sido construida en los Talleres Martínez de Horche (Guadalajara).

La decisión de recuperar el ‘Davallament’ se adoptó tras las conclusiones del estudio elaborado por Francesc Carreras, que recoge la tradición de este acto de piedad popular en los conventos franciscanos y parroquias de Menorca, entre ellas la de Santa María de Maó.

Según la documentación que se conserva en los archivos parroquiales y diocesanos, existe constancia histórica de que el ‘Davallament’ ya se celebraba en Maó durante el primer cuarto de siglo XVII y que se mantuvo como una de las ceremonias más emotivas del Viernes Santo hasta bien entrado el siglo XIX.

Joan Miquel Sastre manifiesta que el contenido y significado de la Semana Santa tiene su máxima expresión en los oficios y celebraciones litúrgicas. Pero, al mismo tiempo, se recupera el ‘Davallament’ al constituir un vivo testimonio de la religiosidad popular en Menorca y propiciar, hoy la transmisión de la fe.