Como no podía ser de otro modo, el Consejo de Administración del Menorca Bàsquet ha decidido realizar una obligada ampliación de capital una vez lo apruebe la junta general de accionistas el 17 de noviembre.
Desde que el equipo conquistara el ascenso el pasado mes de mayo, era sencillo barruntar que el procedimiento ineludible para cubrir con los requisitos económicos que exige la Liga debía incluir esta ampliación con la que regenerar las debilitadas arcas de la entidad. Es preciso recordar que en la segunda campaña del club en la ACB el capital social fundacional –1,6 millones de euros– ya fue prácticamente extinguido por la junta, para operar los cambios en la plantilla que acabaron valiendo la permanencia en mayor medida según se explicó en su día. Desde entonces, no existe constancia de que se produjera la recapitalización oportuna como era el deseo expresado por la junta.
La ampliación de capital, que probablemente se cifrará en más del millón de euros, puede abrir un nuevo perfil en la SAD porque facilitará el ingreso, con peso específico, de otros empresarios vinculados directa o indirectamente a la Isla más allá de las posibilidades del accionista minoritario que a día de hoy son escasas. Es el caso, entre otros, de Paco Segarra, quien nunca ha ocultado su inclinación por adentrarse en las primeras instituciones deportivas del Archipiélago, máxime después de que la actual cúpula de club, ya contactara con él el pasado verano, a través de una gestión del propio alcalde, cuando la situación era harto preocupante para poder consumar su ingreso en la ACB.
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