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Con el paso del tiempo el ser humano como espectador y ejecutor, asiste a los cambios que se vienen produciendo en el mundo civilizado, en todo tipo de artilugios o sea, los enseres cotidianos en general. Los que tenemos una cierta edad, rebasando ya los 65 años, estamos a la espera de la llamada divina con la esperanza de que cuando más tarde llegue mejor, por supuesto gozando de buena salud, los cambios vividos han sido espectaculares.

Hablando de edad, recientemente un medio de comunicación escrito informaba, que un anciano de 67 años de edad había sufrido un accidente, no me acuerdo de qué, pero lo que quedó grabado en mi memoria es la palabra "anciano" referida a una persona de 67 años de edad. Qué puñetas, de anciano nada de nada, una persona mayor, de la tercera edad, pero no anciano. En aquel momento me acorde de la madre del autor del artículo en cuestión, faltaría más.

En el colegio aprendimos caligrafía, redondilla, gótica, por supuesto escrito con plumín, botella de tinta china Pelikan y el papel secante pertinente.

En la banca las primeras máquinas manuales de escribir eran marca Underwood, las Olivetti. Aún conservo una portátil marca Patria, regalo de don Pedro Montañés cuando empecé a trabajar en banca el año 1962. Estos artilugios serían en su época, lo que hoy son los ordenadores, con la diferencia de que en aquellos tiempos era un lujo, y presumíamos de tener uno y en la actualidad el que no tiene un ordenador personal no es nadie, o sea, un matao.

Hablando de antigüedades, el pasado mes visité la exposición de juguetes antiguos propiedad de Tomeu Febrer y Esperança Febrer, a los cuales quiero felicitar por el material seleccionado para que los de nuestra edad pudiéramos rebobinar nuestra mente y recordar con agrado nuestra infancia. Felicitats família Febrer i per molts anys engrandiu tan fantàstica col·lecció.

Soy un enamorado del puerto de Mahón, lo he manifestado en más de una ocasión, uno de los lugares más agradables por la tranquilidad es s'hort Nou, antiguo paseo de la Alamena, pero siempre tiene que haber algo que desentone visualmente en cualquier sitio. Me refiero al antiguo bebedero de animales, o sea ses piques que desde hace muchísimos años se hallan ubicadas al principio de la subida de sa Costa de ses Piques. En la parte superior de las mismas hay unas baldosas rojas verdaderamente esperpénticas. Las bebedoras que hay en esta isla ninguna lleva este remate superior, se construyeron con piedra natural y punto. Sería interesante que se modificaran y se quitaran estas baldosas, y las dejaran como las bebedoras que hay en es Camí d'en Kane, camino de Binigaus, entre otros muchos sitios de nuestra Isla.

Para esta reivindicación no se han recogido firmas, pero viene avalada por muchas personas habituales del puerto de Mahón y amantes de nuestra historia.

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barber-alles@terra.es