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Todos los jueves cuatro amigos, tres jubilados y uno a las puertas de serlo (goza de prejubilación), tenemos la sana costumbre de berenar en el Casino de Sant Climent, comentarios diversos y partida de dominó. Nuestra preocupación es tener buena salud y por supuesto cobrar mensualmente lo que nos hemos ganado, cotizando durante muchos años a la Seguridad Social o entidades similares.

El pasado mes estábamos encantados ya que la Ministra de Empleo y Seguridad Social anunciaba una grata noticia, nos aumentaban las pensiones el 1 por ciento (¡Aleluya!, nos quitaban el arresto –congelación– económico, que el anterior gobierno nos aplicó).

Las alegrías duran poco, el Ministerio de Empleo y Asuntos Sociales ha enviado una carta a los 853.072 perceptores de las pensiones más altas en la que les explica cómo les va a afectar la subida del IRPF aprobada en diciembre del año pasado para reducir el déficit público… dos de los receptores del escrito personalizado somos mi amigo Lorenzo y un servidor.

Ya sé que tenemos que dar las gracias por estar dentro del colectivo de los 853.070 "privilegiados" que cobran una pensión; dar las gracias por cobrar cada mes; dar las gracias por tener salud para disfrutar con lo que nos paga el "papá" Estado… ¡Qué puñetas!, seamos sinceros, lo de la salud doy gracias a Dios y del resto doy gracias a los 43 años de haber cotizado a la Seguridad Social.

La ministra y su secretaria de Estado nos han mandado la carta en cuestión. Están acostumbrados a que los ciudadanos acaten las órdenes sin rechistar. Pero mi amigo Lorenzo Cardona les ha salido respondón. Su carta de respuesta no tiene desperdicio y les invito a que la lean.

"A la atención de D.ª. Mª. Eugenia Martín Mendizábal

Recibo su carta en la que se me indica, que, por Real Decreto se ha establecido un gravamen complementario a la cuota integra estatal del IRPF para los períodos impositivos del 2012 y 2013, y como consecuencia de ello se establece en mi caso una retención a cuenta de dicho impuesto del 20,07% sobre mi pensión mensual, a fin de contribuir a reducir el déficit público.

Permítame hacerle la siguiente observación, yo no soy responsable de este déficit, no lo he provocado, al igual que habrá otros muchos en mi misma situación, sin embargo se nos "pide", que ayudemos a su reducción. Bien, con ello, nos recortan nuestra capacidad de gasto, o ahorro, con nuestro dinero adelantado a cuenta del impuesto, Uds. deben fortalecer las finanzas públicas, y sanear así en lo posible las cuentas del Estado, que han sido vaciadas para prestar ayudas a las entidades financieras, intervenir y reflotar cajas y bancos, también para planes de empleo a Ayuntamientos y Comunidades autónomas que no han servido más que para otro despilfarro del erario público. Por todo esto y más de lo que yo no soy autor, debo contribuir a su restitución, mediante parte de mi pensión.

Ahora, me gustaría saber en qué modo y de qué manera van a contribuir las entidades financieras, las entidades públicas creadas por las Autonomías y por los Ayuntamientos, e instituciones del Estado, a fin de poder evaluar si era necesario lo que me están pidiendo a mí y a otros en idéntica situación.

Dejo para el final a todos los que más bien que mal viven de la política, y que aunque bien pagados, se han dejado corromper, de una u otra forma, pero siempre en su provecho, o favoreciendo a otros en la sombra, en perjuicio de las instituciones para las que fueron elegidos y a las que han dejado en la ruina. A través de los "casos" que se han hecho públicos por los diversos fiscales del Estado, se han ido conociendo las cantidades millonarias defraudadas. Yo me sigo preguntando si alguien anda siguiendo el curso de todos estos millones, porque están en algún sitio, no desaparecen ni se esfuman, salvo que los quemen y me parece que no es el caso. A lo mejor si este dinero volviera, tampoco sería necesario que se nos pidiera a todos los demás contribuir a reducir el ya citado déficit.(...)

Nota: Entenderé que haga mención de esta carta a otros ministerios y departamentos."

Informaremos puntualmente al "personal de cubierta" sobre escritos posteriores, por supuesto si se producen.