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Durante las fiestas navideñas las calles de nuestra ciudad cobran vida, bien sea por las ganas de pasear o ir de compras, escaparates engalanados para atraer al comprador, a quien se atiende con profesionalidad y simpatía, más en los tiempos que corren.

Como todo en la vida misma, hay luces y sombras; las costumbres van cambiando, y según la edad, lo aceptas mejor o peor. Por ejemplo, las compras por internet, lo siento mucho pero prefiero entrar en una tienda, que me atienda un empleado o el dueño y que me asesoren sobre el artículo que voy a comprar. A mi nieto, un chico de 13 años, le compré un videojuego y prefirió comprarlo en una tienda antes que por internet, ya que si tenía un problema de funcionamiento se lo cambiarían sin ningún problema, y por internet?, chi lo sa.

El «oficio» de mochilero provoca que mucha gente se te acerque y te comente un tema para una excursión al canto; es agradable porque vas ampliando el colectivo de conocidos, que te aportan ideas para mejorar nuestro entorno. Unos vecinos de Mahón, concretamente de la calle Febrer i Cardona, me comentaron que su calle había sido adecentada a medias, ya que el tramo que une las calles Albert Camus y Sínia Costabella muy bien, recuperado espacio verde, antigua era, vallado pertinente,… (luces) y el tramo de la calle Sínia Costabella al Camí d'en Guixó, de pena, espacio verde abandonado, sin vallar,… (sombras).

Pateando la zona me di cuenta que el «encargo» recibido por estos vecinos no iba dirigido a la calle en concreto, sino a una invasión de acera por parte de unos incontrolados hierbajos (sombras). Quiero felicitar a los de Dalt la Sala por la recuperación del espacio verde vecino del pabellón Padre Petrus y recomendarles con carácter de urgencia acción recuperadora —valga la redundancia- de la zona que ha quedado abandonada de la mano del hombre donde existen unas viejas edificaciones y antiguas cuevas.

Comentando la posibilidad futura de este pulmón verde con Francesc Carreras —guía experto de nuestra ciudad-, me dijo: «una alternativa podria ser convertir-la en una zona temàtica en referència a les restes del nostre passat rural com, muntant una sínia, un pou de torn, una era (ja n'hi ha dues), uns botadors, parets seques, solls, una barraca, unes barreres i moltes coses més que potser ajudarien que no es perdés part del nostre llegat camperol», dicha queda la recomendación del amigo Francesc.

Vatuadell cent llamps, a recuperar el espacio verde toca y por supuesto liberar la acera de hierbajos, por estética y seguridad.