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Clausuró España el peor Mundial de su historia con una victoria a modo de analgésico contra el dolor agudo derivado de la tortura que ha supuesto su triste participación en la cita brasileña. Arribaba como campeona y favorita, y abandonó ayer el enorme país sudamericano de forma prematura entre las mofas de los brasileños presentes en el estadio de Curitiba.

Subida a lomos de dos de sus goleadores legendarios, David Villa y Fernando Torres, los mismos que iniciaron el tiempo de esplendor de España hace seis años, la Selección se deshizo de la blanda Australia para incorporar un cierto decoro al derrumbe experimentado en sus dos primeras apariciones en Salvador de Bahía y Río de Janeiro.

Paradojas del fútbol, el goleador asturiano, máximo artillero en la historia de la Selección Nacional, cerró su larga presencia en el combinado nacional con un gol de bandera que coronaba su excelsa hoja de servicios con la 'Roja'.

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Villa fue uno de los jugadores discutidos cuando Del Bosque publicitó la lista de seleccionados para el Mundial. En el ocaso de su carrera, aún ha sido protagonista en la singular temporada del Atlético de Madrid y, pese a su pérdida lógica de facultades físicas, el instinto goleador le ha acompañado hasta el final. Por más que sus piernas ya hayan ofrecido los mejores partidos que podían darle, ayer protagonizó una formidable despedida personal no acorde con el desastre general del mundial.

No estaba Villa para ser titular, tampoco lo era en su club, pero sí habría sido una alternativa válida como Cesc en el papel de falso '9'. Ahí puede situarse uno de los patinazos de Del Bosque en su apuesta por Diego Costa, magnífico jugador cuyas características, sin embargo, chirrían con el estilo de juego que convirtió a España en la reina del planeta fútbol. La sociedad establecida ayer entre Iniesta y los propios Villa y Torres, evocó, por instantes, el mejor fútbol elaborado diseñado por Xavi Hernández en la edad de oro del balompié español.

Con Del Bosque dejando pistas sobre su esperada continuidad, la transición con vistas a la próxima Eurocopa debe incluir un regreso al pasado de ese fútbol de alta escuela con los ajustes que obliguen los sustitutos de los Xavi, Villa...