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Estos días hemos podido disfrutar con la cabalgata de los Reyes Magos de Oriente, que para a mí en particular se trata de la fiesta más importante de las Navidades, teniendo en cuenta la ilusión acumulada por los niños, esperando su llegada y poder comprobar si sus peticiones plasmadas en las cartas reales redactadas de su puño y letra, han surgido efecto, cosa que los mayores lo detectamos perfectamente cuando abren los regalos y ver sus caras de satisfacción o por el contrario de decepción.

Apreciado lector, tengo por costumbre año tras año, contemplar el paso de la cabalgata en la plaza España, o sea, el Mahón antiguo, con sus edificios emblemáticos, iglesia de Santa María, biblioteca Municipal – Can Mercadal -, iglesia del Carmen, Pescadería y como no la Casa Mir, con su preciosa fachada, siempre tan bien cuidada y por supuesto fotografiada por los visitantes a nuestra ciudad.

Me voy a referir a un atentado que ha sufrido la Casa Mir con una pintada o grafiti de mal gusto, el mismo día después del paso de la cabalgata, o sea, una gamberrada efectuada por un o unos energúmenos, que no respetan la propiedad privada ni pública.

Seguramente el autor debe ser aquél niño, que hace años veía pasar la cabalgata juntamente con sus padres o abuelos, ilusionado y prometiendo en su interior que si sus majestades le depositaban los regalos solicitados, junto al zapato depositado cerca de la ventana de su hogar, se portaría muy bien, obedeciendo a sus mayores, estudiando, etcétera…Pasados los años el niño crece y su infancia queda lejos, coge el espray y a putear la preciosa fachada de Casa Mir.

Vatuadell cent llamps, a este figura metido a pintor de pacotilla, se le tendría que aplicar la Ley Calatayud, o sea, limpiar y pintar la fachada ensuciada pagando de su bolsillo la pintura necesaria y sin cobrar por el trabajo hecho. Don Emilio Calatayud debe su popularidad como juez de menores de Granada a las peculiares sentencias que impone a los que delinquen: ha decidido que jóvenes que infringen las leyes del tráfico acompañen a las patrullas que vigilan las carreteras, ha obligado a 'niños bien' a servir a indigentes, ha 'condenado' a un delincuente analfabeto a aprender a leer...

Como fin de fiestas incívicas del mismo día, los restos de botellón efectuado en el puerto de Mahón, con rotura de botellas y vasos de cristal, arrancando plantas de las jardineras portuarias.

Si vivim coses veurem i que tinguem un bon any 2015 amb salut y feina…