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Hace unos días leíamos en la prensa que Francesc Cabana i Vancells, cuñado de Jordi Pujol, había declarado ante la comisión de investigación del Parlament de Catalunya sobre el origen del dinero guardado en un banco de Andorra a nombre de la familia Pujol. "No nos consta claramente que venga de una herencia, un legado o una donación. Mi suegro legó un testamento que dejaba acciones de banca, una casa en Premià. No nos consta nada más", declaró Cabana, todos los miembros de la comisión le preguntaron sobre el origen del dinero y descartó que procediera de la venta de acciones de Banca Catalana. Basó esta afirmación en la escritura por la que Jordi Pujol cedió sus acciones a la fundación Catalana en mayo de 1982, por lo que dedujo, y así lo hizo constar, que Jordi Pujol "no tenía ni una acción (a partir de aquella fecha). Ignoro si su mujer o sus hijos tenían algunas acciones". (sic)

Transcurridos cuarenta años, rebobiné el celuloide, o sea, la memoria y reconstruí en los recuerdos mi incorporación a Banca Catalana el año 1975, como director de la oficina de Mahón; la cual ya estaba en funcionamiento en un local provisional en Costa d´en Ga desde hacía meses y su responsable, conjuntamente con la oficina de Ciutadella, era un alto directivo de la central.

A finales de los años 70 conocí personalmente a Florenci Pujol (2), presidente del banco, que vino a una presentación del estudio económico "Evolució econòmica de les Balears", que financiaban conjuntamente Sa Nostra y Banca Catalana. A Francesc Cabana (1), vicepresidente del banco, lo conocí cuando vino a unas jornadas sobre exportación, organizadas por SEBIME y nosotros participábamos como entidad financiera especializada.

Pasan los años y a principios de los 80, los fiscales Carles Jiménez Villarejo, que era el fiscal anticorrupción, y José María Mena, otro fiscal, fueron los que presentaron la petición de procesamiento de los 18 exconsejeros de Banca Catalana, entre ellos Jordi Pujol, querella que fue finalmente archivada.

Apreciado lector, en aquella época los profesionales que seguíamos trabajando en Banca Catalana, veíamos a estos dos fiscales como unos personajes maquiavélicos, que hurgaban en las heridas de la recuperada entidad bancaria, por supuesto con fondos públicos de todos los españoles. Con el tiempo te das cuenta, en este caso en concreto, de lo equivocados que estábamos manteniendo la imagen de Pujol en un pedestal. Ahora, la familia Pujol será juzgada o no, pero el pueblo llano ya la ha condenado. Alguien le dijo al patriarca: No et preocupis Jordi, les coses s´olviden. Pues no señora, el pueblo tiene memoria y de vez en cuando rebobinamos el viejo celuloide.

Vataudell cent llamps, si no lo digo reviento, este verano he tenido la satisfacción de cenar en compañía del ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo, cambiando impresiones, además de hablar de Banca Catalana, in memoriam.

Al Jordi Pujol lo he bajado del pedestal y sus antiguos palmeros le han desposeído del título molt honorable y de la medalla de oro del Ayuntamiento de Barcelona…Como dice el refrán: "cría cuervos y te sacaran los ojos". ¿Quién era del rebaño el cuervo mayor?

Fotos: (1) Francesc Cabana, Rafael Timoner, Núñez y Joan Rosell (2) ?, Florenci Pujol, Artur Saurí, Joan Rosell, José María Escudero y Carlos Blanes