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Nuestra isla tiene uno de los puertos naturales más importantes del Mediterráneo, por no decir del mundo, se trata del Portus Magonis de la ciudad del Levante menorquín, o sea, Mahón.

Uno de los problemas endémicos, han sido las conexiones con el centro de la ciudad. Hace pocas fechas se inauguró, a bombo y platillo con la pertinente puesta en funcionamiento, el ascensor de la zona del Club Marítimo, teniendo en cuenta que estuvo unos 12 años, desde que lo engendraron, hasta su parida, por fin los asiduos al puerto podían acceder y regresar, sin tener que usar las escaleras de la zona del hotel Port Mahón.

Otro de los problemas ha sido el acantilado, penya-segat, que siempre se ha actuado para su consolidación, en las zonas que han sufrido desprendimientos de rocas de todo tamaño, casi nunca en caso preventivo para evitar desgracias personales, que gracias a Dios, no ha habido, pero si locales o viviendas damnificados por la caída de rocas.

Como dice el popular refrán «las cosas de palacio van despacio», cuyo significado es que todo aquello que es importante requiere su tiempo. No es bueno correr, hay que dejar que las cosas sigan su curso. Efectivamente hay que seguir el curso, aunque estén paralizadas 12 años como el ascensor del Club Marítimo. Otra muestra de dejadez, paralización, mirar a otro lado para no ver los problemas, etcétera, es sa Costa des Moret, que lleva más de 5 años vallada para prohibir el paso de peatones.

Vatuadell cent llamps, apreciado lector recordarás que el 12 de Diciembre del año 2010, en «Es Diari» decía: «Alguien me llamaba con insistencia recabando mi persona a su vera, se trataba de la propia cuesta des Muret con voz ronca y cansina propia de su edad. Crucé por el paso de peatones y cuando me dirigía hacia ella me di cuenta de que había unas barreras, una en la parte baja y otra a la altura de sa costa des General, prohibiendo el paso a los peatones.

¿Qué te ha pasado? le pregunté, "veo que te han arrestado sin poder disfrutar de la presencia de los ciudadanos que te usan para acceder dalt Mô". "Yo no he hecho nada" contesta, "pero desde que oí un ruido del carajo, que parecía que la iglesia de Sant Francesc se me venía encima, me tienen incomunicado".

Acercándome de nuevo a esta pobre y olvidada cuesta, le comenté: "no te preocupes porque recientemente me enteré por la prensa que tienen previsto adecentar varias cuestas que unen la ciudad con el puerto". Respuesta suya: "qué va, mochilero, solamente está previsto adecentar las cuestas d'en Reynés, Des General y de la Miranda, a mí me dejan para vestir santos con la falta que me hace."

"Cuando te bautizaron en su día con este nombre, quiero suponer era con referencia al famoso morito, que es un tipo de pescado que no hay necesidad de hacer estudios para preservar su raza, ya que es más malo que la tiña, así te va. Te recomiendo propongas un cambio de nombre, como Costa de s´anfós o Costa de sa llagosta».

En 5 años esta zona no ha sufrido ningún desprendimiento de rocas, excepto restos de poda procedentes de la parte alta de Sant Francesc, en cuanto a limpieza, matorrales a diestro y siniestro, restos de botellón, abandono de todo tipo de enseres, colchones viejos. Recomendamos a los de Dalt la Sala, posin fil a s´agulla para recuperar esta conexión ciudad-puerto, además de poner fin a una imagen patética.