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No son pocos los aficionados a la gastronomía en Menorca que de cuando en cuando echan en falta algunos matices que encuentran en determinados restaurantes de la Península o el extranjero; establecimientos con una estética más internacional, un estilo más personal y, en definitiva, una filosofía de trabajo más cosmopolita. Hablamos quizá de restaurantes que ofrecen al visitante una propuesta mestiza, confluencia de culturas que es resultado de la exposición a las tendencias y de las experiencias de los propietarios por la culinaria de diferentes partes del mundo.

Naturalidad y detallismo

Es Moix (Av. Jaume Conqueridor 38, Ciutadella – 971.382.808) es un buen ejemplo de esa valentía y falta de complejos; cuenta con muchos de esos ingredientes de restaurante internacional complementado por un marcado carácter local. Son numerosas las particularidades que hacen de este lugar asemejarse a aquellos: la atmósfera y el trato, los objetos decorativos, el cuidado por los detalles, la presentación de los platos, los pequeños gestos durante el servicio, el menaje, la cubertería… También en el plano gastronómico, desde la audaz combinación de ingredientes o la concienzuda selección de proveedores hasta una carta de vinos con referencias poco comunes. Y lo más importante: todos esos elementos se disponen para el visitante con naturalidad y buen gusto.

Ese sentido de lo cosmopolita y del mestizaje equilibrado provienen esencialmente de los propietarios. Miquel Sánchez se interesó por la cocina y el disfrute de la gente comiendo desde muy joven. Tras estudiar en la Escuela de Hostelería de Barcelona y trabajar en diversos restaurantes vino a la Isla en 1999, aterrizando en el restaurante Esmoix de Cala Blanca. Después de unos años bregando en los fogones de varias cocinas de Menorca y adquiriendo mayor preparación y conocimiento sobre el producto y los recetarios locales, comenzó su propio proyecto: Smoix. Vianey Ángeles es su pareja y directora del restaurante. Su origen mexicano e influencias californianas otorgan un contrapunto muy personal y diferenciador en la oferta de restauración local.

Sabor, materia prima y acertados contrapuntos

Prueben los filetes de sardinas marinadas con limón y hierbas, un bocado fresco y con notas ácidas para abrir el apetito. Incluyan en esos primeros bocados la croqueta de bacalao -sin bechamel-, de adictiva textura. Ahora, todavía en temporada, las alcachofas en escabeche cítrico son una opción que no les dejará indiferentes. La menestra de coles, yema de huevo y lardo di Colonnata IGP es un buen ejemplo del mestizaje culinario de Miquel Sánchez: un producto de profunda tradición local combinado con técnicas e ingredientes de cocinas foráneas. Los raviolis de cigalas son ya un clásico indispensable en el repertorio del chef, quien apuesta por el sabor rotundo en un fondo que realza las notas yodadas.

Miquel sigue la estricta cadencia de las estaciones y de las materias primas resultantes, por lo que las recetas van rotando tanto en la carta como en el menú del día. En nuestra última visita, por ejemplo, un carpaccio tibio de sirviola, puerros asados y remolacha de concepción versátil y ejecutado con inteligencia, un guiso de garbanzos con gambas, mar i muntanya con enjundia. Y otro guiso de callos, plato de cuchara del día, resuelto con notas picantes y notables hechuras.

Importante variedad de registros

El lomo de bacalao confitado es otro de los obligados en la comanda de esta casa, que podrán combinar con el pescado de roca del día; en nuestro caso, un pargo sin fallo en punto y sabor, con verduras al horno y equilibrado fumet. Si prefieren decantarse por algo más contundente, terminen con el estofado de dos carnes al vino tinto acompañado de un fondo sabroso y meloso. No olviden preguntar por los postres caseros del día; entre otros, su recomendable tarta de zanahoria.

Como les comentaba al principio, la experiencia del cliente en sala está supervisada por Vianey Ángeles, quien controla hasta el mínimo detalle incluida una carta de vinos con etiquetas que invitan a descubrir productores con interesantes líneas de trabajo y zonas poco conocidas. Si tienen el día animado, no duden en preguntarle por alguno de sus tequilas o mezcales. Como buena mexicana, les sabrá aconsejar con inmejorable criterio… ¿Acaso no es eso cosmopolita?

Productos y productores locales

Aproximadamente el 75% de las materias primas que utilizan en Smoix son autóctonas. Algunos de sus productores fetiche son Queta Bosch y Pedro Marqué de la parada Peix de Roca en Ciutadella (langosta con sello Slow Food), Núria Capó y Tito de S'Hort de Son Olivar de Baix (hortofrutícolas) y Andreu Casasnovas de la bodega Sa Marjaleta (vino Iamontanum)