TW
0

Desde hace varios años nuestro grupo formado por Joan, Llorenç, Toni y el que suscribe, tenemos la sana costumbre de reunirnos los jueves, haga frio, calor, llueva, etcétera, para berenar i jugar una partida de dómino…punto de encuentro, es Casino de Sant Climent.

Se trata de una población a la cual me siento unido por lazos familiares, ya que los padres de mi esposa, en Rafel i na Magdalena, habían nacido en este simpático y acogedor pueblo menorquín, o sea, toda su familia y antepasados eran sanclimenters.

Este pasado jueves, en el casino estaba desayunando un conocido mío, se trataba de Toni Gomila, el escultor artífice principal de la recuperación de la torre de la Isla del Rey, que otra de sus obra altruista, había sido la restauración de la escultura del león de las Casas Consistoriales de Mahón. Conversación pertinente, me comentó que estaba restaurando la fuente de la Plaza de la Iglesia, enfrente mismo del casino. El encargo se lo había hecho la Asociación de Vecinos de este pueblo, siendo financiado por los de Dalt la Sala; estaba orgulloso del trabajo que estaba realizando, verdaderamente le estaba quedando precioso.

Como es de bien nacido, ser agradecido, quiero felicitar a la Asociación de Vecinos y al equipo de Dalt la Sala, la iniciativa de restaurar esta antigua fuente, para dejarla igual que en sus años mozos.

Visita obligada a nes forn d´en Joan, para la compra de crespells de conserva i sobrasada…vatuadell cent llamps, mi gozo en un pozo, estaba cerrado por un viaje familiar, ya que el panadero artesanal ha sido abuelo reciente.

Varios sanclimenters, cuando me vieron que había estado sacando imágenes de la fuente, me comentaron que podía aprovechar en mi sección de «Es Diari», para reivindicar una obra necesaria para los visitantes y residentes del pueblo. Se trata de adecuar la tanca continua al aparcamiento, que está siendo usada en verano como anexo a dicho parquin, o sea, un asfalto y señalización, así de esta forma los pobres neumáticos dejarían de sufrir, aparcando en el suelo rústico. Apreciado lector, si durante el invierno casi siempre está totalmente ocupado, imagínate en los meses de verano…hasta los ecologistas lo verían con buenos ojos, ya que dejaríamos de dar vueltas por el pueblo buscando aparcamiento, menos consumo de carburante y menos contaminación atmosférica.