TW
0

Hace 30 años, en 1989, yo, Leonardo Lucarini, hice mi primera exposición de escultura en Mahón, en la sala de "Sa Nostra" en la Iglesia de Sant Antoni. Lo que podría haber sido una exposición más se convirtió en un momento de enorme importancia en mi trayectoria profesional y hasta vital, por una serie de circunstancias favorables. Estas circunstancias fueron: en la exposición incluí una sirena pensativa y melancólica sentada al borde del mar, el puerto de Mahón estaba empezando su remodelación y asistió a la exposición el alcalde de Mahón en esa época, Borja Carreras. El resultado fue el encargo de una sirena en bronce, de mayor tamaño y parecida actitud, para colocarla en el puerto: la Sirena MÔ. La sirena ("sirenita" como la llaman cariñosamente muchos mahoneses a pesar de ser una mujer hecha y derecha) fue muy pronto aceptada por la ciudad y convertida en pocos años casi en su símbolo.

Aunque esa no era la primera vez que yo venía a Menorca. En 1985 vine por primera vez y ya con la visión de la Mola emergiendo entre la niebla al entrar en el puerto de Mahón quedé inmediatamente cautivado (esa imagen dio lugar a mi escultura <<Amanecer>>), me fascinaron la variedad de paisajes en tan poco espacio, la luz, el mar limpísimo, las playas, etc. y ya desde entonces he sido totalmente fiel a la isla en mis vacaciones. Pocos años después compré casa en Mahón terminando por trasladar mi residencia al llegar la jubilación.

Pero volviendo a la exposición de 1989, el encargo de la Sirena MÔ, y su éxito, produjo un cambio importante en mi manera de enfocar mi oficio: a partir de esa experiencia me intereso mucho más por esculturas más grandes, destinadas a ser colocadas en espacios públicos, y accesibles a los espectadores. Un ejemplo es <<Na Gracia y en Lucas>> situada en la explanada de Mahón. En el plano personal, la aceptación de la sirena por los mahoneses, refuerza mi vinculación con la isla y ésta inspira muchas de mis obras, la <<Menorca>>, una mujer que se transforma en taula y que está colocada en la escalera de la antigua sede del Consell Insular de Menorca, el <<Bañista>>, el <<Amanecer>>, (ya mencionada), y las esculturas <<Niobe>>, <<Galatea>> y <<Andrómeda>> cuyo pretexto narrativo es mitológico pero su inspiración es mediterránea y menorquina.

Que posteriormente el Ayuntamiento de Mahón decidiera entregar cada año al pregonero de las fiestas una copia reducida de la sirena, hecha por mí mismo, ha aumentado todavía más mi agradecimiento.

Como contrapartida a tanto afecto he decidido donar al Ayuntamiento el original en escayola de la Sirena MÔ. Hay que recordar que casi toda escultura en bronce, como la que está situada en el puerto, es una copia hecha por una empresa de fundición a partir de un original normalmente en escayola que es lo que realmente ha modelado el autor. En ocasiones el original se deteriora en el proceso de fundición pero en otras muchas no, y el autor conserva el original. Siempre pensé que este original de la sirena MÔ debía estar en donde se la aprecia tantísimo y ha llegado el momento de realizar ese deseo.

El Ayuntamiento se mostró encantado del ofrecimiento pero había dudas sobre dónde situarla. De nuevo intervino la casualidad: en una visita a la Isla del Rey para conocer el magnífico trabajo de restauración que se está llevando a cabo, tuve la oportunidad de hablar con responsables de la Fundación del Hospital de la Isla del Rey, Luis Alejandre y José Barber que me ofrecieron que la MÔ pudiera instalarse allí de forma permanente. Naturalmente el marco me pareció espectacular y no dudé un instante en aceptar la oferta si al Ayuntamiento le parecía bien, pero vi que el espacio era muy grande y que la sirena debía estar arropada por más esculturas, así que decidí ampliar mi oferta cediendo veinte esculturas más, de diferentes tamaños y materiales, que pudieran dar una visión más rica y completa de mi obra y de su evolución. Trasladado todo este proyecto al Ayuntamiento, tuvo de nuevo una entusiasta acogida por parte de la Alcaldesa, Contxa Juanola y del concejal Héctor Pons, y posteriormente de todo el Consistorio. Pero añadieron una idea muy interesante: antes de llevar las esculturas a la Isla del Rey parecía que se deberían presentar estas obras en Mahón y proponen que se haga previamente una exposición en Ca n´Oliver.

Y en esas estamos, el 9 de Mayo se inaugura la exposición de esculturas de Leonardo Lucarini en Ca´n Oliver en la que estarán las que luego irán a la Isla de Rey y que quedarán allí expuestas de forma permanente, y algunas otras obras que he añadido de mi colección particular. Me siento enormemente agradecido al Ayuntamiento de Mahón y a la Fundación del Hospital de la Isla del Rey por acoger mi obra y por permitirme dejarla en manos de los mahoneses con la esperanza de que tengan la misma acogida y aceptación que el resto de mis obras en la isla.

Leonardo Lucarini Gobantes

Escultor