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Nuestra WALL · E

- Nunca tantos debieron tanto a ... una pequeña máquina -

En la película de Disney WALL·E de 2008, una pequeña máquina es un ser con alma, responsable con sus actividades y comprometida con su misión: ordenar el caos que ha dejado la humanidad a su paso por la tierra y que busca darle utilidad a los objetos abandonados en un genuino acto de reparar, reciclar y reusar, cuyo mensaje ecologista es muy acertado, pues no hay Planeta B si no se cuida este.

Nuestra WALL·E es la Torfersa TITANIO 3000 hidrostática. Llegó a la Isla del Rey en 2006 ya bastante fatigada y las espaldas de los sufridos voluntarios se aliviaron, pues les libró de transportar las pesadas cargas "a sangre". Realizó entre otros muchos trabajos, la zanja para pasar el tendido eléctrico de la iluminación ornamental del hospital que tan bien lo realza por las noches.

Ha transportado todo tipo de materiales: el enorme andamiaje para reconstruir la torre, varias mesas quirúrgicas, cinco aparatos de rayos X, tres pianos, una bañera de mármol, decenas de barriles de cerveza, un ullastre, elevó al primer piso las tres pesadas vigas de 7 m para la sala 12, equipos de sonido, muebles, cientos y cientos de cantons de marés poniéndolos a pie de obra, etc etc.

El día que se transportaron en helicóptero a la isla más de 80 toneladas de materiales de construcción, la Torfersa los fue distribuyendo a su lugar de almacenaje con diligencia.

Se repuso de una grave avería al romperse la correa de transmisión mecánica que la condenaba irremediablemente al desguace, fue milagrosamente reparada por Llorens, el mecánico de Conrado que consiguió reconstruir la correa, volviendo al duro trabajo de nuevo.

Ahora no queda bien su visión por los visitantes entre esculturas de arte moderno y el paisaje que ella misma contribuyó a embellecer, algunos dicen que hay que esconderla, hacerla invisible, es fea y vieja.

Supongo que las máquinas no tienen alma ni sentimientos, porque si los tuvieran, seguro que estaría muy triste por el desagradecimiento de los humanos.

Un reconocimiento a los maquinistas que durante tantos años la han conducido y mimado: empezando por el incombustible Toni B, Carlos S, Toni G, Rachid, Isma y Lluís P.

La Torfersa/WALL·E continúa trabajando infatigable cada día...pero discretamente, sin que la vea mucha gente.

José Muñoz Pons

Voluntario