La apertura de Sa Cova de s’Aigua fue presentada, el 31 de marzo de 2021, por Maite Salord, Joana Gomila e Isaac Olives. Hoy está cerrada y sin fecha para ser visitada.    | Gemma Andreu

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La gestión política pierde credibilidad cuando se transforma en una sucesión de maravillosos anuncios    de obras e inversiones que después no se cumplen, proyectos que no se ejecutan, y actuaciones para desestacionalizar la temporada turística en Menorca que no funcionan. Porque esto es lo que hay.

Siempre les quedará la treta de atribuirse la paternidad de iniciativas que han surgido en otros ámbitos y entidades. El rigor exigible a quienes    han de someterse al veredicto de las urnas el 28 de mayo implica que dejen de prometer y anunciar para cumplir o, en un imprescindible ejercicio de autocrítica, explicar por qué no han hecho todo aquello que presentaron con tanta alegría como irresponsabilidad. Dejemos la teoría y vayamos a la práctica, que no admite duda.

Falta suelo industrial

Primer ejemplo. Esta semana el Cercle d’Economia de Menorca, la entidad más transversal de Menorca -que en su directiva integra al presidente del GOB, Carlos Coll; y al decano del Colegio de Abogados, Pedro Monjo- denuncia que en 2018 instó al Ayuntamiento de Ciutadella que diera respuesta a la demanda de suelo industrial en este municipio. «Cinco años después, la falta de suelo disponible sigue siendo un problema sin resolver que afecta al tejido empresarial y entorpece el desarrollo de la zona, con consecuencias nefastas para la economía de Menorca», afirma el Cercle.

El ‘contratiempo’ se sitúa en los terrenos del Sector B9 donde está previsto ampliar el suelo industrial. Sobre el papel se habría desbloqueado el suministro de energía eléctrica, pero no se ha solucionado la evacuación de las aguas pluviales.

Pero, ¿qué inquilino de la alcaldía de Ciutadella exigirá explicaciones, y algo más, al autor del proyecto del Sector B9? La alcaldesa cesante, Joana Gomila, ya no, porque quiere marcharse al Parlament.

Sa cova de s’aigua

Segundo ejemplo. El 31 de marzo de 2021 cuatro mujeres se fotografiaron en la entrada de Sa Cova de s’Aigua, en Cala Blanca, para protagonizar el acto inaugural de este enclave.

Susana Mora, Joana Gomila, Maite Salord y Rosana Morillo -entonces directora general de Turismo del Govern, y hoy secretaria de Estado de Turismo- anunciaron que «por fin, Sa Cova de s’Aigua ve la luz y abre como un gran atractivo para la desestacionalización turística de Menorca». Isaac Olives, director de proyectos sostenibles del Consell, inmortalizó el gran momento al fotografiarse con Salord y Gomila,    sin los cargos del PSOE, naturalmente, porque había que dejar claro quién lo había gestionado y conseguido.

A finales de marzo, tras la llegada de los turistas del Imserso y ante la inminencia de los días de Semana Santa, vecinos y empresarios de Cala Blanca manifiestan su extrañeza, a «Es Diari», por el retraso en la apertura de este espacio desestacionalizador. La respuesta que obtenemos, al pedir explicaciones, consiste en que «hay disfunciones en el sistema eléctrico y se tienen que ajustar los medidores de gas radón». Así lo admite Elena Costa, directora de la Fundació Foment del Turisme de Menorca, al reconocer que Sa Cova de S’Aigua no puede fomentar el turismo en la Isla.

La historia se repite, porque el año pasado este ‘atractivo turístico’ ya tuvo que retrasar las visitas por una avería.

 Licitación pendiente

Tercer ejemplo. Portada de «Es Diari», 17 de abril de 2022. «Ocho aulas y cuatro talleres para el futuro centro de FP turística de Ciutadella. La Conselleria de Educación licita al fin el proyecto y la dirección de obras para un espacio con capacidad para 320 alumnos».

A punto de cumplirse un año de aquel fastuoso anuncio, el Govern aún no ha concluido la licitación; no se han adjudicado ni empezado las obras. Y se desconoce cuándo entrará en funcionamiento este centro.

Pisos más caros

Cuarto ejemplo. La revisión del Plan General de Ciutadella limita la construcción de nuevas viviendas a planta baja y dos pisos, cuando el Plan Territorial Insular autoriza, en este municipio y en el de Maó, planta baja y tres pisos.

Resultado de este criterio restrictivo: los pisos se encarecen en 25.000 euros. Alaior, donde el PTI sólo permite planta baja y dos pisos, apuesta por tres alturas y mayor altura. El resultado aportaría viviendas más reducidas y, al mismo tiempo, con menor precio en el mercado inmobiliario.

En cambio, el Govern incumple la norma en el proyecto del Ibavi para Es Castell. Ante la impugnación por esta vulneración, el arquitecto municipal sostiene que se puede hacer una excepción porque es un equipamiento. La banca -perdón, la Administración- siempre gana; pierde el ciudadano.

Ingeniería en alaior

Quinto ejemplo. Aturdidos quedaron en el Cercle d’Economia de Menorca con la foto de Marc Pons y Mireia Gómez, ante la sede de la UIB en Alaior. Ambos se atribuyen la incorporación del Grado de Ingeniería Informática, una iniciativa impulsada, reclamada y gestionada por la entidad que preside Francisco Tutzó.

Preguntas de la semana

  • ¿Cuándo emitirá su informe la Comisión de Medio Ambiente del Govern sobre la demolición del puente en la rotonda de Rafal Rubí?                     
  • ¿Será derribada esta estructura si hay cambio de gobierno en el Consell el 28 de mayo?                 
  • ¿Será derribado el puente si no hay cambio de gobierno en el Consell el 28 de mayo?       
  • ¿Cuál será el impacto y la repercusión del proyecto ‘Sumar’ de Yolanda Diaz, ministra de Pedro Sánchez, para la izquierda de Menorca ubicada a la izquierda del PSOE?
  • ¿Cómo influirá en Menorca la incorporación al Partido Popular de Inés Arrimadas, expresidenta de Ciudadanos?