En el transcurso de la larga conversación demostró serenidad, tener ideas claras, una hoja de ruta que deberá modificar tras conocer la situación de cada uno de los departamentos de la primera institución política, firmeza en los planteamientos nucleares y al mismo tiempo flexibilidad, consciente de las numerosas demandas y las expectativas a las que ha de dar respuesta desde su despacho en la plaza de la Biosfera.
Vilafranca, hombre de números, que procede de la empresa privada y sabe, por tanto, cuáles son los pros y los contras del sector público, no es un novato en el Consell. Conoce sus entresijos porque ya ejerció como director insular de Servicios Generales, Trabajo e Innovación, adscrito a la vicepresidenta Pilar Pons Faner durante el gobierno del PP 2011-2015 con Santiago Tadeo en la presidencia. Y también ha sido conseller de la oposición, con Misericordia Sugrañes, durante el anterior mandato 2015-2019.
Fue el portavoz del PP en cuestiones polémicas y candentes como las interminables obras de las carretera general, la gestión de la planta de Milà y las cuestiones relacionadas con la gestión y ejecución presupuestaria.
El sucesor de Susana Mora habla poco, pero habla claro, y no entra el trapo de aquello que desconoce o que, por prudencia, no quiere aún desvelar. Pero la entrevista, contenido central de esta edición, aporta muchas pistas sobre el rumbo del mandato que ahora arranca en el Consell. En septiembre, completado el organigrama del nuevo equipo de gobierno, adquirirá velocidad de crucero.
La oposición
Vilafranca, que tantas ha evocado aquella silenciosa tarde de enero en un bar de Maó, cuando aceptó la propuesta de Sugrañes y Cristóbal Marqués para encabezar, sí o sí, la candidatura al Consell, sabe que no será fácil.
La oposición -PSO Ey Més, porque Podemos ya no está ni se le espera- saldrá del desánimo que le provocó la derrota del 28 de mayo y desempeñará su labor de control del gobierno PP-Vox. Los inesperados resultados de las generales del pasado domingo han dado oxígeno a la izquierda, que movilizó en Menorca 4.500 votos más desde mayo por el temor al partido de Santiago Abascal.
Pero la izquierda sigue divida en Menorca y sus discrepancias le han costado perder el acta de senador, facilitando la continuidad de Marqués Palliser en la Cámara alta. Los negociadores del PSOE, tras las municipales no lograron cerrar acuerdos ni para el ayuntamiento de Ciutadella ni para el de Es Mercadal. El resultado final ha consistido en gobierno del PP en minoría en el municipio de Poniente, encabezado por la alcaldesa Juana Mari Pons Torres; y el pacto PP-Entesa que dio la alcaldía a Joan Palliser y colocó a Jesús Gomila (PSOE) en la oposición, a pesar de haber sido el candidato más votado.
El PSOE-Menorca aún no ha hecho autocrítica por el ninguneo y las severas descalificaciones contra Més durante la campaña de mayo. Y tampoco ha trascendido que se haya producido la exigencia de explicaciones a los negociadores socialistas. Porque responsables de haberlos, haylos.
El necesario fair play
Desvela hoy Dolfo Vilafranca que propuso a Susana Mora y a Josep Juaneda la abstención de los consellers del PSOE y Més en la votación del pleno para su investidura.
Respondió al día siguiente Mora para descartar esta opción. Pero el presidente sigue esperando aún alguna respuesta de Juaneda. El fair play institucional implica saber estar y contestar, aunque sea para expresar el desacuerdo.
Los presupuestos
La primera gran prueba que afrontará el presidente del Consell consiste en la elaboración de los presupuestos que gestionará durante el 2023.
Sabe Dolfo Vilafranca que deberá ponerse de acuerdo primero con Marga Prohens y el vicepresidente y conseller de Hacienda del Govern, el ibicenco Antoni Costa. Con la presidenta Prohens tendrá que pactar y, aunque la situación financiera del Consell no es la que encontró Tadeo en junio de 2011, demostrará el nuevo presidente del Consell su habilidad para obtener recursos. Será fundamental aquí la capacidad de interlocución y de mediación de los seis diputados del PP en el Parlament.
Y no todo se reduce a la dotación económica para la Ley de Reserva de Biosfera. Hay actuaciones, como concluir el puerto de Son Blanc, que no se pueden aplazar tras la aprobación definitiva del Plan General de Ports de les Illes Balears.
1 comentario
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Gracias al "diari Menorca" y sus reporteros por informar de lo qué acontece en la isla. Al Sr Dolfo y su equipo qué vaya por buen camino y lo mejor. ( Ja se que queda com "mes guay" la crítica i si es negativa millor, tinc el meu criteri. ) Adeuuu