A MAL TIEMPO, BUENA CARA. El presidente Adolfo Vilafranca demostró su temple al felicitar la Navidad. También sonrió la expresidenta Susana Mora. Tenemos presupuesto, aunque no es nuestro presupuesto. | Gemma Andreu

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La alcaldesa Juana Mari Pons Torres logró aprobar -después de dos plenos, siete reuniones con la oposición y cinco proyectos de memoria- los presupuestos municipales de Ciutadella para el 2024, que ascienden a 40,7 millones de euros.

En la noche del 4 de diciembre, Pons Torres, que gobierna en minoría en Ciutadella, como el alcalde Héctor Pons en Maó, consiguió el voto a favor de la concejal de Vox, Maite de Medrano, y ningún voto en contra. La oposición de izquierdas -PSOE y Més- optó por la abstención tranquila.

En el horizonte inmediato, los presupuestos del Consell del 2024, los más altos en la historia de la institución insular, que suman 162,5 millones de euros. El proyecto ha sido elaborado por el equipo del presidente Adolfo Vilafranca, que también gobierna en minoría, como Héctor Pons y Juana Mari Pons Torres.

El PP no necesitaba el voto a favor de la consellera de Vox para aprobar sus cuentas. La abstención de Maite de Medrano y el voto de calidad de Vilafranca permiten deshacer el empate entre PP y PSOE-Més. Así sucedió en la Comisión de Economía celebrada el viernes 15 de diciembre.

El dictamen sobre los presupuestos del 2024 salvó su primer escollo gracias al voto de calidad del presidente del Consell y la abstención de De Medrano. Pero la consellera de Vox, que mide tanto sus palabras como sus silencios, eludió aquel día explicar el porqué de su posicionamiento abstencionista y tampoco quiso adelantar cuál iba a ser su voto en el pleno decisivo.

Todo apuntaba y hacía prever que también iba a abstenerse, cuando en realidad se estaba fraguando la tragedia política para el gobierno del PP en el Consell. La aparente sintonía entre PP y Vox se visualizó en el pleno del 18 de diciembre cuando Maite de Medrano votó en el mismo sentido que el PP en casi todos los temas tratados.

Tras las bambalinas

Pero como la realidad supera siempre la ficción, entre bambalinas, y lejos de la mirada de los espectadores, se estaba representando la verdadera y ardiente función.

Una obra con varios actores, porque además de Vilafranca y De Medrano en aquel escenario oculto también intervenían Misericordia Sugrañes y Cristóbal Marqués Palliser por el PP-Menorca así como dirigentes de Vox que actuaban desde Madrid y desde Palma simultáneamente, pero sin contar con el díscolo grupo de Vox en el Parlament, ya que va por libre. Y, si no, que pregunten a Xisco Cardona.

Una tragicomedia en la que, para Vox, lo importante no eran las partidas presupuestarias sino recuperar para su consellera las funciones ejecutivas en Vivienda y Agenda Urbana de las que fue cesada en noviembre pasado por Vilafranca. Al grano, ¿quién, y desde dónde, dirigió en nombre de Vox, las negociaciones con el PP para reincorporar a De Medrano al gobierno del Consell? La respuesta cierta está aún por escribir. Pero ahí está el origen de la crisis.

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Maite de Medrano, como ET, el extraterrestre con «mi casa», pregunta dónde está «mi conselleria». | Gemma Andreu

El PP aceptó el envite y lanzó su órdago al negarse a aceptar lo que para el partido de Abascal era una condición sine qua non para aprobar los primeros presupuestos del presidente Vilafranca.

A primera hora de la mañana del jueves, antes de empezar el pleno, el digital menorca.info avanzó la electrizante respuesta de la consellera de Vox: «Órdago a la grande», exclamó doña Maite de Medrano de Olives. La frase resonó en todos los despachos de la sede del Consell y se propagó con la velocidad del rayo. Vox tenía en su mano los reyes y los caballeros y ganaba aquella partida de mus.

Los resultados se concatenan: Vox tumba los presupuestos del 2024; el PP se ve obligado a prorrogar las cuentas del 2023, que había redactado el anterior gobierno de izquierdas, y ahora afronta una etapa de gobierno con un presupuesto aprobado por PSOE, Més per Menorca y Podemos. Y Maite de Medrano va a incordiar más porque, al haber quedado sin conselleria, volverá a votar con la oposición.

Vilafranca no cede

Porque, ¿cuándo se jodió el Perú, Zabalita?, como preguntó Vargas Llosa al inicio de «Conversaciones en la Catedral». Todo empezó a cambiar cuando Vox se envalentonó en el Parlament y tras tumbar varias secciones enteras de los presupuestos del 2024, logró introducir enmiendas que suman 120 millones de euros en las cuentas autonómicas.

Los estrategas de Abascal en Palma y Madrid pensaron -y se equivocaron- que también conseguirían imponer su criterio a Vilafranca. Pero el presidente del Consell negó la mayor. Y como no hay mal que por bien no venga, el PP cuenta con presupuestos aprobados en el Consell, aunque no sean los suyos, por lo que ahora empieza el baile de partidas.

Las preguntas de la semana

  • ¿Redactó Miquel Tutzó la intervención de Maite de Medrano en el pleno del Consell donde anunció su voto contrario a los presupuestos?
  • ¿Qué proyectos e inversiones podrá ‘salvar’ el gobierno del PP en el Consell mediante transferencias y cambios de partidas presupuestarias?
  • ¿Por qué el 86 por cien de los alumnos universitarios de Menorca opta por irse a estudiar fuera de Balears?
  • ¿Cuándo se construirá vivienda social en Ciutadella?
  • ¿Cuál será el impacto económico en Ciutadella de los 19’6 millones de ‘El Gordo’ repartidos por la administración de lotería de Es Pins?