LOS ARTÍFICES DEL PACTO. El conseller de Agricultura, Joan Simonet; y la gerente de Sa Cooperativa del Camp, Antònia Bosch, participaron como ponentes en el Foro AgroSantander celebrado el 23 de noviembre. | Katerina Pu

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El acuerdo del Govern, a través de la Conselleria de Agricultura, con Sa Cooperativa del Camp de Menorca para mantener durante los próximos seis meses la producción    de los ocho llocs que suministran leche a La Payesa va mucho más allá.

Porque lo relevante no consiste en que la entidad cooperativa utilice de forma transitoria las instalaciones de esta industria láctea para procesar los tres millones de litros de leche anuales de estas explotaciones. Lo realmente importante, nuclear    y decisivo, de lo que depende en gran medida el presente y el futuro de la ganadería de vacuno de leche en Menorca, es lo que se denomina «segunda fase».

Aquí es donde se juega y se definirá la continuidad del sector ganadero de la Isla. El frío y escueto estilo administrativo del Comunicado difundido por el Govern al mediodía del viernes se limita a anunciar que «en la segunda fase se buscará una fórmula satisfactoria que pueda complementar la oferta del sector lácteo actual de la Isla para defender los intereses de los agricultores y ganaderos en un futuro inmediato».

Hay que saber desencriptar e interpretar lo que se plantea y lo que se pretende conseguir, porque la ganadería menorquina está, desde hace meses, herida de muerte, con el cierre y abandono de explotaciones, la reducción de la cabaña, así como la producción de leche. Los motivos son sobradamente conocidos, porque han sido reiteradamente explicados: los sobrecostes y extracostes del hecho de la insularidad que son compensados, lo que provoca un diferencial en los precios que reciben los payeses de Menorca respecto a los de la península.

Ni el Régimen Especial de Balears (REB), aprobado en febrero de 2019, ni la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) ni el Plan Estratégico para la Ganadería de Balears, que el anterior Govern aprobó tarde y dotó de manera insuficiente, han frenado el declive de la antaño floreciente ganadería menorquina. Una actividad a la que debemos, en gran medida, el paisaje rural que identifica nuestra Reserva de Biosfera.

Salvar al sector   

Lo fundamental no consiste en salvar los ocho llocs que producen para La Payesa, que    sin duda tiene su importancia para las familias y los propietarios de estas fincas. Lo sustancial es salvar la ganadería insular, que se enorgullece de una de las mejores cabañas vacunas de raza frisona de España en el concurso morfológico que se celebra cada año en la Fira del Camp de Alaior.

O sea, medidas estructurales, como las que reclamaron Jaume Moll Florit, presidente de Frisona Balear, y Antònia Bosch Taltavull, gerente de Sa Cooperativa del Camp, al nuevo conseller de Agricultura, Joan Simonet, en el Foro AgroSantander Menorca celebrado el 23 de noviembre en el restaurante «La Minerva». Un establecimiento emblemático del puerto de Maó que hoy cierra sus puertas, y cuyas instalaciones podrían transformarse el 2024 en un hotel urbano en un lugar privilegiado.

Regresemos a las reivindicaciones. En octubre de 2022, tras ser elegido presidente de Frisona Balear, Jaume Moll manifestó a «Es Diari MENORCA» que «en los últimos quince años hay un 50 por ciento menos de cabezas de ganado. En 2005 había 11.358 vacas reproductoras en Menorca, y en 2021 quedaban 6.466, y en Balears se ha pasado de 16.061 a 7.945». Añadió, contundente, l’amo de Son Bou Vell: «si no se pone solución en los próximos meses será insostenible para el propietario y para el payés. Los propietarios tienen que acometer inversiones importantes, pero necesitan que sean viables. Lo único que hacemos con esto es que todas las fincas acaben en manos de inversores de fuera. Es lo más preocupante».

Coinga resiste

La cuestión que más inquieta a los productores son los precios. Tras la reducción decidida por Sa Canova, que a partir del lunes pasa de pagar 46 céntimos/litro a 40, se desconoce la cantidad que abonará Sa Cooperativa del Camp a los ocho llocs que seguirán suministrando a La Payesa.

La entidad que preside Bartomeu Pons ya ha advertido que quienes no sean socios sufrirán un mayor recorte. El director general de Agricultura, Fernando Fernández Such, que ya desempeñaba este puesto con Mae de la Concha y continúa con Joan Simonet, califica de «justificada» una bajada de los precios porque la operación ‘Salvar al soldado La Payesa’ es arriesgada para la Cooperativa.

En este escenario lo peor es anunciar recortes a los productores, porque las grandes superficies piden aplicarlos. El precio de venta al público de la leche, de media, ha registrado una disminución de entre 8 y 9 céntimos. Pero Coinga sigue pagando el mismo precio desde 1 de enero de este año.

Preguntas de la semana

  • ¿Qué cantidad tendrá que aportar el Consell de Menorca para garantizar el transporte público el 2024?       
  • ¿Qué porcentaje cubrirá el Gobierno central de todo el    bus gratuito en la Isla este año con la aportación de 3,5 millones de euros?                                       
  • ¿Cuándo, y por qué, empezaron a distanciarse Maite de Medrano y Xisco Cardona?     
  • ¿Cuándo acometerá PortsIB las infraestructuras en el puerto de Son Blanc que prevé el Pla General de Ports de Balears aprobado en abril?               
  • ¿Por qué el    40 por ciento de los aspirantes a Policía Local    es suspendido en los exámenes psicotécnicos?