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Tres palabras iguales escritas en castellano o en catalán, tres palabras discutidas y debatidas en el mundo del urbanismo y la arquitectura. Tres significados diferentes según la real academia de la lengua, que define la primera como: Reparar, renovar, o volver a poner algo en el estado o estimación que antes tenía, la segunda como: Modificar algo, por lo general con la intención de mejorarlo. Y la tercera: Volver a construir, pero esta tercera definición, tiene una segunda versión que dice: Unir, allegar, evocar recuerdos o ideas para completar el conocimiento de un hecho o el concepto de algo. A esta versión nos vamos a referir más adelante.

La letra R, como inicial de una idea, se ha vuelto viral en estos últimos años, Reducir, Reutilizar, Reciclar, Repensar, Resiliencia, Recuperar, etc. y parece que no sirven ya las tres enunciadas al principio, estas tres palabras que todos conocemos y que todos entendemos.

Pero mi escrito no va dirigido a la Real academia o a las redes sociales, que casi ya son mas importantes que la propia academia, mi escrito va dirigido a las personas que han dedicado mucho tiempo, en los que me puedo incluir en estos últimos años, a Reconstruir un patrimonio para «evocar recuerdos o ideas», si la segunda definición de Reconstruir en la que incluiría las otras dos Restaurar y Reformar que han sido y son la locomotora de cualquier Reconstrucción.

Quiero ser sincero y confesar que en un principio, por allá el 2015, cuando empecé mi aventura en la Isla del Rey de la mano de la Fundación, tenia ciertas dudas del como se estaba recuperando este patrimonio. Todo el mundo participaba aportando material, opiniones, ideas, algo increíble todos los domingos. Me costó un poco entenderlo, convencerme de algo, que en mi formación y manera de pensar encajara. Pero el tiempo suele dar la razón y analizando y dedicando el tiempo a pensar cada domingo, poco trabajo manual no lo niego, el valor social e histórico de la Isla del Rey supera cualquier concepto de disciplina académica.

Pero quiero insistir, me costó asumir la forma de restaurar sin una idea clara y única, me costó entender que se aportaran materiales y se colocaran a la manera de cada uno, me ha costado ver como se alteraban o añadían elementos arquitectónicos no originales, me ha costado ver el conjunto y no el detalle, en definitiva, que la realidad ha cambiado mi pensamiento, me siento decepcionado de no ser capaz de entenderlo al principio, pero feliz de comprenderlo ahora.

Proyectos realizados y proyectos en trámite, como -la rampa- que permitirá mejorar el acceso a personas con movilidad reducida, la colocación de un -ascensor- para poder visitar el interesante centro de interpretación del puerto de Mahón, la recuperación del antiguo sistema de recogida de -aguas pluviales-, la recuperación del- depósito de cadáveres-, el muelle sur, el muelle norte, el muelle oeste, en definitiva, que esto continua unos cuantos años más si llega la ayuda de la administración. No os alarméis, no es un dardo que he lanzado, porque la implicación del ayuntamiento de Mahón-Maó, del Consell Insular, del Govern autonómico y central es ya fundamental. Y alguien pensará que es lo mínimo que pueden hacer porque es de propiedad pública, y es verdad, pero están, ayudando en base a sus prioridades, y a esto hay que valorarlo muchísimo.

Volvamos al término Reconstruir. En el conjunto edificado de la isla del Rey le falta un trozo, un pequeño edificio derruido a principios de 1900, sin conocer el motivo, talvez un incendio, talvez un fallo estructural, no conseguimos saberlo, pero lo que si vemos son las imágenes, dibujos, cimentaciones, sótano, restos de muros, marcas en los muros del edificio principal, y un sinfín de datos que aseguran la existencia del edificio. Parece fue el albergue de personal sanitario, puede ser. Ahora se plantea su reconstrucción para valorar realmente la magnitud del conjunto del hospital. Reconstrucción parcial, que no total, por los restos que se conservan, pero el término correcto es Reconstrucción.

Y aquí empieza el debate técnico-cultural, opiniones para todos los gustos. Nadie posiblemente tendrá la solución perfecta, algunos querrán levantarlo miméticamente, otros esqueléticamente y otros no querrán ni planteárselo. Una decisión sin mucho consenso seguramente.

Repasando cartas de Restauro, revisando diferentes experiencias ejecutadas, leyendo artículos de diferentes profesionales, y escuchando opiniones de la gente en general, no hay ecuación por resolver.

Quien tomará la decisión y será capaz de convencer lo suficiente para que llegue a ejecutarse y como?, en estos momentos, no lo sé, pero deseo y espero que sea algún profesional de la arquitectura. Ahora ya estáis pensando que escribo todo esto porque me gustaría ser yo mismo, seguramente no pensáis mal, pero cualquier cosa puede pasar y solo pido que sea un profesional de la arquitectura.

La solución que puedo proponer la tenéis al final de este párrafo, como conclusión a las premisas que voy a exponer a continuación:

1-El valor arqueológico de un conjunto edificado a principios del siglo XVIII es la capacidad de construirlo en aquel momento con los materiales y herramientas que disponían.

2-Recuperar un volumen inicial, simétrico al existente, es recuperar la magnitud de lo edificado.

3-Darle un uso social, es volverlo a la vida, no vale que sea un mero objeto de contemplación.

4-La importancia del volumen supera el mimetismo formal de las fachadas, las fachadas deben dar respuesta al uso interior.

5-La estructura no debe condicionar las dimensiones de los espacios interiores. Estamos en otro momento de la historia y la tecnología.

Total que RECONSTRUIR:

«Unir, allegar, evocar recuerdos o ideas para completar el conocimiento de un hecho o el concepto de algo». Fácil no?

Miguel Sintes Coll

Voluntario