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Falta de planificació a Ciutadella

La incapacitat municipal per planificar l'obra pública a Ciutadella ha de ser un mal endèmic, una marca de fàbrica, un virus que contagia al qui seu damunt la tarima del Saló Gòtic o un misteriós codi genètic que es transmet de generació en generació.

D'altra manera no puc entendre que passin els anys i, Contramurada enfora, els mateixos carrers de sempre segueixin patint dels mateixos mals mentre es canvia per enèsima vegada l'empedrat d'alguns carrers del casc antic o s'executen milionaris projectes de millora a la pròpia Contramurada, a la plaça dels Pins, etc.

Què té més prioritat? M'agrada molt que es facin aquestes obres, però, des del meu punt de vista, Ciutadella necessita urgentment que s'intervingui dràsticament en els seus carrers extramurs, per asfaltar de dalt a baix el paviment de desenes de carrers ferits pel pas del temps, l'abandó i les múltiples síquies de tota mena de preses obertes i mal tancades i per reformar quilòmetres i quilòmetres de voreres que cauen literalment a bocins.

I això no es pot fer si no es planifica. Hem perdut molts anys. Quants més hem de continuar perdent?

Ja sé que no val la pena perdre l'humor per aquesta incapacitat municipal, però ahir vespre la meva filla va botar de dalt de baix de la velo quan la roda de davant se li va engranar dins d'un aquests traïdors clots que "alegren" els nostres carrers i no es va obrir el cap senzillament per bona sort. La paciència també té un límit. Ara ens acaben d'obrir el pont de Sant Joan de Missa… Algú sap quan ens el deixaran com estava? I al mateix carrer, davant del número 3, algú sap quan es tancarà una perillosa síquia oberta? Són només dos exemples que tinc propers, però tota Ciutadella està plena de casos com aquests. Si no es fa res, al menys que ens ho expliquin.


Jordi Vila Armangué
Ciutadella


Paranoia y mesianismo
Cuando se comenta un texto fragmentado se corre el riesgo de ser impreciso. Muchas veces la prensa, apelando a la brevedad, reduce el texto original y selecciona frases que pueden ser sensacionalistas o incluso alterar o contradecir el sentido global del mensaje. Hecha esta aclaración y no disponiendo de más información sobre el escrito del señor Antonio Lage Tesouro que lo que publica el diario Menorca el pasado 24 de febrero, por alusiones contesto.

La paranoia es un término psiquiátrico que describe un estado de salud mental caracterizado por la presencia de delirios autorreferentes.

El mesianismo es una tendencia de la cosmovisión o la ideología que se relaciona con una particular interpretación de la historia donde el cambio de un estado del desarrollo de una sociedad o grupo de creyentes será originado por la llegada de un "mesías" o héroe, al que corresponde el establecimiento de un nuevo orden que dará origen al mundo utópico.

He preferido estas dos definiciones que da la wikipedia más que las que aparecen en el diccionario de la RAE porque me parecen más completas para desarrollar el tema de esta carta. Incluso bastaría referirse a ellas para que, al hilo de su contenido, se vea que lo que carece de fundamento racional es el comentario de un psiquiatra Subdirector del Instituto de Medicina Legal en Menorca. Los psiquiatras saben que la paranoia puede ser delirio coherente y lógico, a veces muy sistematizado y organizado, pero que parte de una realidad falseada. Lo que hace falta es dar argumentos para demostrar que esa realidad está falseada y no recurrir al descrédito despachando el asunto con un simple "está loco". No sería paranoico, por ejemplo, retorcer su frase: "Hay tribunales humanos que están obligados a defender la verdad" comentando que entonces concede que hay tribunales que no lo están. Costa de Marfil y Venezuela también son países democráticos y a lo mejor tienen garantías jurídicas igual que aquí. Sorprende ver tanto afán por desarrollar un discurso político tranquilizador copiado de nuestros más altos dirigentes: no hay crisis. Señor Lage Tesouro: ¿de verdad cree usted que era necesaria mi carta para que la sociedad menorquina supiese lo que pasó? ¿Pero a quién intenta tranquilizar, si ellos tienen ojos en la cara y allí todo el mundo conoce a todo el mundo? Quizás desde su puesto –que ignoro si, por oposición o a dedo, ostenta o detenta- tenga como cometido tranquilizar a la población (habiendo conseguido con sus declaraciones todo lo contrario) pero mi carta no era alarmista sino expresión explícita de mi opinión que coincide con lo que todo el mundo sabe. Y cuando intenta refutarme tildándome de paranoico, no piense que por esto me voy a querellar, pues los más de cinco mil pacientes que atendí en Menorca –entre los cuales se encuentran personas a las que estimo mucho, por lo que han de sufrir, algunos familiares de los imputados y confesos- podrán decir de mi tarea. Pero es que ni siquiera del aplauso de ellos vivo, pues mi vanidad se hincha más con la crítica de los necios. Sibarita que es uno.

"El doctor Benito no habla de ningún motivo que estuviese detrás de ésta confabulación... (espero que el acento de ésta sea errata de imprenta)". Claro: porque no he mencionado en ningún momento que tal confabulación existiese. ¿O sí existió? Acaso el subconsciente, señor Lage, le traiciona. Veamos en quién reside la paranoia. Y de todos modos, seguro que como psiquiatra que parece ser, sabe que un paranoico también puede hacer una vida rigurosamente normal, incluso llegar a la Moncloa o desempeñar una cartera ministerial como aquel que miente con total sinceridad.

Menos mal, señor Lage, que en mi delirio usted me recuerda que yo "estaba fuera de Menorca, de vacaciones" (¡toma ya!, de vacaciones, ni más ni menos y a poco más se lanza y dice dónde) cuando sucedieron los hechos. Con tanta precisión, no me extraña que le valga cualquier resultado para concluir que "los datos suman bien". Si difícil lo va a tener –que no imposible- demostrar mi paranoia (porque imagino que lo intentará por mor de coherencia), me parece que aquí sí que ha patinado flagrantemente. No sé quién habrán sido sus fuentes para decirle que yo estaba de vacaciones pero espero que sea sabio y rectifique. O lo pruebe, que oiga, a veces los paranoicos estamos fuera sin saberlo.

Pero es que no deja usted descanso para la enmienda. Prosigo: "estaba fuera de Menorca, de vacaciones, lo que invalida sus declaraciones como médico y como testigo". Ni lo uno ni lo otro. Me explico. Aunque fuese cierto que soy un paranoico (recuerde que están hasta en el hemiciclo), aunque fuese cierto que estaba fuera de Menorca, eso no invalidaría mis declaraciones como médico. ¡Qué más quisiera usted! Veo que gusta de la falacia post hoc ergo propter hoc a la que aludía en la primera carta. Eso de sentar como conclusión algo que no se deduce en absoluto de las premisas es lo que subyace en el error (no quiera ver aquí intencionalidad, por Dios) del informe forense, así que no me extraña que emplee de nuevo la estrategia, agravada en este caso por el hecho de que el antecedente, además es falso, con lo cual sería más apropiado decir ex falso sequitur quodlibet (de la trola cualquier cosa se sigue). Lo único que le concedo es que mi declaración como testigo (si es que se refiere a testigo presencial) no debe ser considerada. Pero es que nunca dije que fuese testigo presencial de la agresión. Caray, ¡pero si estaba fuera de Menorca!

Sinceramente, señor Lage, no me genera sensación de ninguneo que quien creía que debía tener en cuenta mis observaciones no lo hiciese en su momento. A cada cual le pedirá cuenta de ello, si no su conciencia por anestesiada, Dios que no duerme. No había interés por parte de nadie en atribuir la muerte de Carlos a la paliza. A estas alturas, enseñarle a la gente las limitaciones de la justicia humana me parece superfluo, porque cada cual ha sufrido las suyas. No arremeto ni me ensaño, como usted dice, contra la justicia, porque de sobra saben los jueces que la cosa no da para más y cuando visten la toga hay que hacer que se aplique el Derecho, ese mismo Derecho del que reniegan cuando están a solas o se toman un entrecot conmigo en un VIPS. Ni arremeto por extraño que le parezca, contra los forenses que hicieron la autopsia, pues sin más medios a lo mejor no podían llegar a más. Si no llegaron a más, me abstengo de afirmar que fuese porque no pudieron, o no quisieron, o no supieron o no vieron que podía haber algo más. Ellos sabrán por qué y dejo a salvo su intención. Pero no hable de autopsia completa en un paciente con traumatismo craneoencefálico si no se abre el cráneo porque va sospechar todo el mundo de que a lo mejor no es usted ni siquiera médico. Concluir que murió de cirrosis es lo mismo que decir que murió por ser uruguayo.

Llegar a un acuerdo con las partes en litigio parece que debe tapar las bocas a unos y a otros. En realidad llegas a un acuerdo cuando ves que es lo más que puedes sacar. Y eso no significa que quedes satisfecho. Y al acuerdo que se llega dista mucho de lo que la gente de bien entiende por justicia. Pero es lo que hay.

Unas palabras finales para eso de los tintes mesiánicos que entiendo que fueron suscitados por haber apelado al tribunal divino, pues no le encuentro otra vinculación por más que lo releo. Verá señor Lage, cuando uno se declara mesías (o sea, peca de mesianismo) lo que no hace nunca es apelar al tribunal divino, porque él es dios. Uno de los paranoicos mesiánicos más famosos de la historia aunque no el más recalcitrante fue Nieztsche quien negó la existencia de Dios sobre la base de que si Dios existiese, ¿cómo iba a soportar él no serlo?. El reconocimiento de que existe un tribunal divino es lo que más aleja la sospecha de mesianismo. Pues sí, señor Lage, para los descreídos y ateos, lo mismo da jurar que perjurar, poner a Dios por testigo que jurar en falso. Y por más que le duela en su expresión le reitero: hay Dios (que no soy yo, le aclaro por si le vienen nuevas tentaciones de acusarme de mesianismo) y hay juicio. Y lo único que quiero es tener mi conciencia tranquila que es la mejor almohada. El aplauso humano no me atrae tanto como la crítica cazurra. Y el éxito está en que a través de este diálogo, sigamos recordando la memoria de Carlos Raengo, que vuelvo a reiterar ante cualquier tribunal humano y divino –aunque le moleste- no murió de cirrosis sino con cirrosis.

Luis Miguel Benito de Benito

Impacto visual

Sobre la ubicación y el impacto visual de la nueva cárcel, gracias por darnos la oportunidad de poder expresar nuestro parecer, sobre dicho edificio que sabiendo de antemano no ser el lugar idóneo, empezaron su construcción (deprisa y corriendo), al borde de una carretera de las más transitadas por los que nos visitan y menorquines, al conducirnos a las muchas playas de este litoral y sabiendo los planes para al otro margen de dicha carretera la construcción de un gran (complejo deportivo). Menorca es pequeña pero no tanto para no poder ubicar esta "nueva cárcel" en otro lugar más conveniente y alejar su impacto visual constantemente.

Le saluda una persona mayor, que recuerda que antes en la península el nombre de Menorca, sólo era recordado por el penal de (La Mola).

Pilar Caules
Maó

En recuerdo de Carlos Raengon

En la madrugada del 12 de febrero de 2006 nuestro queridísimo amigo Jorge, se cruzó con unas "personas" que le regalaron una brutal paliza cuando trataba de defender a otra. Jorge no se merecía esto.

Ojalá Jorge esa noche antes de ir a trabajar se hubiese tomado 1000 cervezas que le hubiesen impedido ir. Su hígado, que lo quería mucho, se lo hubiese permitido, y si no... Hubiese sido "todo" tan distinto.

Nadie podía haberlo dicho más claro que el Dr. Luis Benito, murió con su cirrosis, pero no por su cirrosis. Tristemente murió por la violencia de unos golpes mortales, sin su sonrisa y con el horror de semejante brutalidad.

Nuestro queridísimo amigo Jorge, disfrazado en su uniforme-JARC Seguridad, esa noche pasó a ser el hombre más inseguro, física y emocionalmente, el hombre equivocado dentro de un mundo que está en este mundo.

Utilizó sus brazos para separar a los que golpeaban, brazos que estaban acostumbrados a abrazar a sus hijas, a su madre, a su hermana, a sus amigos, a su guitarra, a su lata de cerveza... a la Vida.

Paradójicamente el triste final de Jorge fue el principio de un movimiento de solidaridad hacia él y sus hijas. Amigos, conocidos, abogados, personal del Verge del Toro y del Canal Salat, Servicios Sociales, profesoras y tanta gente anónima impactada por las consecuencias que semejante "falta" dejó a dos niñas sin padre.

A todos ellos, entonces y ahora, les agradecemos sinceramente su apoyo, su comprensión y su generosidad.

Familiares y amigos de Carlos Raengo Doldán (nuestro Jorge)
Ciutadella