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"Brundibar", la flor que crece en el infierno

"El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber qué y quien, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio." Italo Calvino

El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor, y así lo ha demostrado en todos y cada uno de los períodos de la historia. Cada época de penurias e injusticias ha inventado a sus héroes, hombres y mujeres que en medio de la destrucción conseguían encontrar la belleza y la poesía y transmitírsela a los demás para hacerles la vida más soportable. La rebelión contra la masacre es tan humana como la propia masacre que el hombre es capaz de crear.
Brundibar es un claro ejemplo de este contraste, por su nacimiento y también por su argumento. En su nacimiento está clara esa rebelión del hombre que en el infierno de un campo de concentración sigue creyendo en la música y, sobre todo, en la educación. En un infierno sin salida confía en enseñar unos valores para un futuro fuera de ese infierno. Ese es el valor del compositor, y ese el legado que asumimos al hacer hoy en día un montaje sobre esta pieza.

Pero en el argumento, en la trama y en los personajes de Brundibar también está ese antagonismo entre el bien y el mal, entre la generosidad y el egoísmo, entre la ayuda y la destrucción. Los dos jovencitos que quieren ayudar a su madre topan con el organillero envidioso y egoísta. Su canto debe combatir con el organillo del malvado y así la música se convierte en esencia de la historia, para el bien y para el mal. Al final triunfa la música que ayuda a los demás, pero mientras tanto el organillo apabulla las voces de los débiles, como tantas, veces.

En esa realidad simbólica de la obra existe un mundo paralelo, el de los animales: el gato, el perro y el gorrión que no se dejan dominar por el pesimismo y encuentran la solución natural al problema. La naturaleza sin pervertir por la ambición humana es más razonable a la hora de encontrar soluciones, y ahí tenemos otra lección dentro de esta obra.
Por esa razón, en nuestra versión esos animales tendrán una gran importancia, ya que guiarán al espectador por toda la historia haciéndole entender las maravillas y mezquindades de la condición humana.

Nuestro montaje será eso, un canto de optimismo, una lección de trabajo en equipo y no de competitividad que elimina a los demás, a los débiles o a los diferentes. Un ejemplo de cómo ayudar a los demás es el mejor camino para construir un mundo mejor también para uno mismo, de cómo el mundo natural, los animales, nos enseñan a no ser bárbaros y a entender lo que significa el respeto.

Y cuando falta ese respeto se cometen tropelías, abusos y tragedias, de las que también nosotros somos responsables.
"Porque hay cosas de las que uno es culpable incluso aunque pueda disculparse, sencillamente porque la enormidad del crimen es tan desmesurada que anula cualquier disculpa humana." Albert Speer

Nacho García
director de "Brundibar"

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Indignació per l'actuació judicial contra Garzón
Molts ciutadans i ciutadanes estem seguint amb extraordinària preocupació, perplexitat i indignació la situació que s'està produint en relació amb l'actuació del Tribunal Suprem, amb motiu de les acusacions per prevaricació contra el Jutge Baltasar Garzón.

Al marge d'altres consideracions sobre la feina del jutge Baltasar Garzón, sembla sorprenent que se li obri un expedient de suspensió en base a l'admisió a tràmit d'una querella criminal interposada contra ell mateix per la seva actuació judicial per intentar investigar els crims imprescriptibles del franquisme.

Produeix indignació i vergonya comprovar com, en comptes d'animar la persecució dels delictes comesos durant el franquisme contra molts ciutadans i ciutadanes, es persegueix a aquells que intenten contribuir a fer justícia, és increïble que s'empari als botxins i s'abandoni, una vegada més, a les víctimes.

Aquestes actuacions judicials iniciades pels àmbits de la dreta i de l'extrema dreta espanyola, autors de querelles criminals admeses a tràmit, suposen un pols inadmissible a la democràcia i la justícia que no ha de ser emparat per els òrgans de Govern dels jutges.

El que està succeint en el present cas no és només una actuació contra un jutge que, en l'exercici de les seves funcions, inicia actuacions judicials en l'àmbit de la seva competència i en el marc de les atribucions que té encomanades, sinó que es trasllada a tota la ciutadania que en aquest país encara hi ha assumptes i persones intocables i que actuar contra ells suposa, encara avui, conseqüències greus.

No és d'estranyar que demòcrates de tot el món i organitzacions judicials nacionals i internacionals de drets humans s'hagin escandalitzat davant aquesta campanya i hagin mostrat la seva solidaritat amb el jutge Baltasar Garzón, solidaritat que també volem manifestar des d'Esquerra de Menorca. Animam a tots els ciutadans a adherir-se i participar en aquells actes que s'organitzin per mostrar aquesta solidaritat.

Comissió Executiva d'Esquerra de Menorca


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Protesta por una multa de tráfico

Soy un ciudadano que reside en Es Castell y me he decidido a publicar este escrito de una historia que sucedió el día 1 de enero de 2010. Eran las 11.30 de la mañana cuando yo regresaba de mi finca de Binisaida, hacia mi domicilio en Es Castell.

Dentro de la población me percaté que detrás de mí venía un coche de tráfico haciéndome señales luminosas. Interpreté que deseaban que parara y así lo hice. Uno de los agentes se dirigió a mí, me saludó y me dijo que estaba hablando por el teléfono móvil y que me iba a multar.

Me multó con 150 euros, más retirada de 3 puntos del carnet de conducir. Yo deseo manifestar el sentimiento que me invadió cuando el agente de tráfico que se supone que debe velar por nuestra seguridad me acusó de un hecho falso y al intentar argumentarle que se había equivocado recibí por respuesta el comentario que le estaba faltando el respeto, siendo yo el acusado de una infracción que no había cometido. Para defenderme presenté alegaciones para demostrar que era un error todo ello.

Jefatura de Tráfico me contesta casi a los 3 meses con la resolución denegada. Con este escrito quiero manifestar dónde están nuestros derechos como ciudadano. Vivimos una democracia y no lo parece. Si alguien sabe dónde están nuestros derechos como ciudadanos que responda, por favor. Deduzco de todo lo sucedido que la mentira tiene éxito en boca de las autoridades y nuestra verdad nos la tenemos que comer. Es indignante que todo esto suceda. ¡Indignante!

José López Santos
Es Castell