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El señor Llabrés tenía razón

Efectivamente el Sr. Llabrés tenía razón cuando dijo a raíz de la implantación de la zona azul en Albert Camus que "los vecinos encontrarán maneras de aparcar cuando lo necesiten". En un escrito mío publicado en este Diario el día 4.1.11 yo decía que si, "ya que el populacho siempre encontramos soluciones para paliar el mal hacer de los administradores". Y parece que así ha sido. Hoy viernes 14 de enero de 2011, a las diez de la mañana, en el aparcamiento de zona azul de Albert Camus no había ni un solo coche aparcado, tal y como ha ido sucediendo desde su implantación. Una explanada totalmente vacía, al igual que a la vuelta a la una y media. Ya ve, los vecinos y las personas que trabajamos en Maó (algunos aún trabajamos para que ustedes puedan cobrar de nuestros impuestos) hemos encontrado la solución (no le diré cual) para no aparcar en esta zona azul y que permanezca vacía. Lo único que han conseguido es perjudicar a los vecinos y a los trabajadores que usaban estos aparcamientos, ya que para la empresa Dornier el cambio de ubicación de la zona azul les debe resultar ruinoso. Si fueran un poco inteligentes, se darían cuenta de que los aparcamientos en zona azul son necesarios pero en el centro de la ciudad, para crear vida en ella, pero ustedes se empeñan en hacer una ciudad, solamente para pasear, en vez de hacerla compatible tanto para el ocio como para el trabajo, facilitando el acceso a ella, para que se genere un tejido comercial y a la vez que sea apetecible para ser habitada, y que ahora con sus decisiones, están consiguiendo todo lo contrario, despoblarla y hacer decaer el comercio, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. Están creando una ciudad vacía, donde todo son restricciones y prohibiciones, prueba de ello es la pérdida de habitantes de la ciudad, ya que las personas se les hace cada vez más difícil y más caro vivir en Maó, y teniendo Es Castell y Sant Lluís cerca se trasladan a vivir allí en detrimento de la actividad y la vida de esta ciudad. Están creando una ciudad para pasear en la que ya no pasea nadie, porque la gente se va de Maó, y las calles están vacías y cuando a los ocho de la tarde cierran los comercios que aún aguantan, ya parece que haya toque de queda.

Seños Llabrés usted tenía razón al decir que buscaríamos soluciones para aparcar, pero yo también la tenía al decir que el populacho siempre encontramos alguna para paliar las malas decisiones que ustedes toman y el hecho de ver el aparcamiento de Albert Camus totalmente vacío es una prueba de ello y espero que siga así muchos días a ver si esto los hace reflexionar y toman decisiones en beneficio de los ciudadanos y no de la empresa Dornier, y cambie su visión de convertir Maó en "Un mundo feliz", porque lo están convirtiendo en "Un mundo muerto".

Alfedro Benosa Majos

Sant Lluís