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Ana Riera, no te falta la razón

Mi querida Ana, si me lo permites, te tutearé, haciendo gala de conocernos de toda la vida, de la buena amistad que unió nuestros padres y ambas estar unidas por un lazo muy querido como es tu madrina, mi Juaniteta del alma. Una de las grandes del mundo de la costura en nuestra ciudad.

Debo darte la razón, "la tens tota". La cultura no da un duro, pero sí es prioritaria a todo. Ana, jamás pensé que tu padrino en gloria esté no fuera o fuese merecedor de una calle, es más, si Ciutadella es de Menorca, Fornells podría ser de Gumersindo Riera, ¿por qué no?

Gracias por ofrecerme tu archivo, en el mío también se encuentran algunos de sus legados, al igual que de otros que duermen en el olvido como fue mi admirado y único Ruiz y Pablo, que en vida tanto daño moral se le intentó hacer, "va ser molt arraconat" por los catalanistas, decantándose estos a favor de Camps. Como si los que escribimos en castellano no amáramos nuestra tierra.

Si antepuse "es doblers" a la escritura, es porque tú y yo sabemos y cuantos nos leen de nuestra edad también, que la mayoría que en aquellos tiempos visitaban Menorca deseaban saborear una de las calderas de langosta de casa Burdó, cuya merecida fama había traspasado fronteras, y aún hoy, "tu que ets una dona de seny", ¿no te parece que se le hubiera podido reconocer en algún lugar?, me conformaba con un callejón, ni tan siquiera pedía una avenida como se le dedicó a tu pariente.

Gracias por tu carta, y repetirte una vez que tienes toda la razón del mundo. Ya ves, mi padre, "al cel sia", trajo a la isla cuantas innovaciones te puedas imaginar, tanto en el campo agrícola como en la construcción y mucho antes en el mar. En tiempos de la guerra según siempre escuché por boca de ancianos, electrificó cantidad de túneles o refugios de vecinos, llegando a instalar iluminación en los rincones donde acudían las parturientas a la hora de dar a luz, y todo por amor a su gente.

Los primeros motocultores, las ordeñadoras eléctricas, las espolvoreadoras a mochila, el riego por aspersión, etc., lo dio a conocer él. La primera gravilladora, la primera máquina de hacer bloques de Hipólito Mercadal, las primeras hormigoneras y grúas portátiles, los caballetes, tracteles, cortamosaicos Rubí, las tirolesas, los primeros compresores, etc., las llevó él. La primera hormigonera de 160 litros basculante para el primer edificio de Gesa, y así, Anita, esta carta sería interminable. No pudiendo dejar de citar los avances de las embarcaciones de los años veinte treinta, "i tira petit". Motorizándolas, el primer fuera borda casero que fue de Quique Mir, también lo hizo él y para más "INRI", el Joyca.

Ana, para no cansarte, dejo de nombrar el apartado de automóviles que cuando no existían las autoescuelas fue el que a más gente enseñó su manejo.

Me despido de ti, reforzando tu escrito, tienes toda la razón, los escritores, poetas, están considerados por todos, tu padrino, artistas orfeonísticos, etc. Los que intentaron aliviar el trabajo del mundo de los obreros como fue el caso de Gregorio Caules LLull, nadie, ni Ayuntamiento, ni Consell, ni el Institut Menorquí, a estos no les ha interesado, es por ello que aprovecho mis escritos para recordarlo, por lo menos así queda escrito en las hemerotecas. Gracias por tu oportunidad, recibe un abrazo de tu amiga.

Margarita Caules y Ametller
Bini Repòs, Torret, Sant Lluís