Cartas de los lectores

Quico López
en nom d' uns quants més amics teus
Ciutadella

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El correcaminos

Cierto tipo de normativas en ocasiones suelen ir precedidas de largos silencios y, en cuanto aparecen, chocan con la sabiduría popular que, en ausencia de norma, ha puesto en práctica un sentido común por el que nos hemos regido durante decenios. Me estoy refiriendo al comportamiento del conductor en las rotondas de cuatro entradas-salidas y con dos carriles de circulación en su interior.

Durante más de veinte años hemos circulado por ellas en "abanico", abriéndonos circulando por el carril exterior si nos dirigíamos a la primera o segunda salida y cerrándonos circulando por el carril interior si nos dirigíamos a la tercera salida o realizábamos un cambio de sentido de la marcha, previa observación del espejo retrovisor y señalizando el desplazamiento al carril exterior como paso previo a la salida de la rotonda.

Somos muchos los conductores que aplicando este criterio hemos circulado con fluidez y sin originar mayores problemas.

Sin embargo ha aparecido la norma favorecedora del "Correcaminos".

Al parecer se está exigiendo a los conductores noveles circular exclusivamente por el carril exterior, sea cual sea la salida a la que se dirijan. Al saberse, estos, con preferencia por el mero hecho de circular por el carril derecho, corren más que nadie, cargándose la circulación en abanico que, bien aplicada, es la más fluida y, en consecuencia, generando un peligro que antes no existía.

Si la intención del legislador es la de favorecer al "Correcaminos", sugiero la anulación del carril interior y que solo se permita la entrada en la rotonda por un único carril. Ahorrarán en asfalto y en seguridad, aunque uno siga pensando que, en tema de fluidez, el tiempo pasado fue mejor.

Juan Miguel Pons Vinent
Maó

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Esta noche tuve un sueño

Esta noche tuve un sueño, soñé que no había crisis, tampoco recortes, Menorca estaba radiante, las playas esperando que los turistas se maravillen de lo hermosas que son. Y tienen razón, cada uno hablando su propia lengua, menorquín, catalán, castellano, ahora también ruso, al fin y al cabo lo importante es la comunicación; a eso voy, este verano perdemos la comunicación en bus, de Cala Mesquida y Es Murtà.

Ni que decir tiene que me desperté de golpe, señores ¿ningún enlace podemos mantener? Si no es posible tres, al menos uno de ida y vuelta; que feliz estaba soñando, siempre me queda esta noche para soñar de nuevo. Feliz verano, con el idioma que más les guste.

Francisca Carreras
Sa Mesquida