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Carta a la diputada Andrea Fabra
Aquesta és la carta que li vaig enviar a Andrea Fabra.

"Buenas noches o buenos días, señora Fabra.

Soy un futuro estudiante de la Universitat Ramon Llull (en catalán) de Barcelona, privada. Voy a cursar Relaciones Internacionales, porque me encanta la política, de mayor quiero ser político y esta carrera me va a permitir serlo a nivel internacional, si me esfuerzo. Aunque estaré en una privada, soy un gran defensor del sector público. A la educación pública puede acceder todo el mundo, a la privada no, por esto es tan importante defenderla, porque puede ser que, en algún lugar recóndito de nuestro "magnífico" país viva gente que no tenga suficiente dinero para pagar un colegio/universidad privado. De este modo, hay que invertir en educación pública, porque es la única de la que puede beber todo el mundo.

La educación es la base de un país, ya que es el futuro. Necesitamos un buen sistema educativo público de calidad, para que aquellos que no tienen dinero también puedan tener posibilidades de formarse. Puede que haya gente brillante pero "sin un duro" que el año que viene no podrá ir a la universidad porque han subido las tasas (y no piense: "está exagerandoooo" porque es lo que le pasa a una amiga). Solo con una buena educación llegaremos a construir un país del que nos podamos llegar a sentir orgullosos.

Bien, le escribo esta carta porque el pasado miércoles, cuando nuestro presidente anunciaba las medidas que tanta polémica han causado, concretamente cuando anunciaba el recorte a la prestación de los parados usted gritó "¡que se jodan!". Señora, es usted política? De verdad?

Ya le he dicho que quiero ser político. Pero no le he explicado la razón. La razón es que creo que este (y cualquier) país necesita políticos que gobiernen por y para el pueblo (y con "el pueblo" no me refiero a las clases bajas o medias, me refiero a todos los españoles, también usted). Esto es ser político. Hay muchísima gente que si ocupara su sillón en el Congreso, seguro que lo haría mejor que usted. Y solo por gritar esa tontería.

No le digo nada de las medidas que han tomado, y puede que lo que haya escrito sobre la educación no tenga nada que ver, pero estoy indignado y no soy ni un perroflauta, ni un catalanista, ni un comunista. Si me viera usted se sorprendería, no llevo rastas, no visto "hippie", me afeito cada día… pero mi cabeza está bien.

Supongo que no me va a contestar, ni siquiera espero que vaya a leer la carta entera. Sería un esfuerzo demasiado grande perder cinco minutos en saber lo que piensa un miembro de ese pueblo lejano.

Buenas noches, o buenos días".

Pepe Mercadal Baquero,
17 años
Es Migjorn Gran

Palmeras:
peligro de muerte

Las bonitas palmeras que a veces en solitario vemos adornando algún "lloc" o en el jardín de alguna "estància" corren un grave riesgo de extinción en toda Menorca.

La plaga del escarabajo picudo, su nombre latino es fácil encontrar en internet, está devorando las palmeras en toda la costa mediterránea. Procedente al parecer de Egipto, está acabando con las plantaciones de palmeras cocoteras tanto en la costa del Golfo de Tailandia, y muchos jardines en la costa catalana han sufrido ya sus devastadores efectos. Los famosos palmerales de Elche intentan, no con mucha fortuna, protegerse de esta temible peste.

Estamos viviendo los tristes efectos de esta plaga en Tailandia, desnudos troncos muertos ya sin palmas, sustituyen a lo que fueron bellas plantaciones tropicales que adornaban el paisaje. La epidemia avanza sin que las autoridades tailandesas parezcan darse cuenta.

La única defensa ecológica contra el escarabajo picudo es un minúsculo hongo cuyo simple contacto mata al funesto depredador. Los pesticidas químicos pueden también utilizarse pero su utilización es difícil ya que hay que verter el líquido en el centro de la parte superior del tronco antes de que el árbol este infectado.

Esperamos que a esta carta no le ocurra lo que pasó en Tailandia, donde un aviso similar hecho por nuestro hijo Frank en el "Pataya Mail" fue rechazado por algún lector con la excusa de que el país tiene otras prioridades.

Confiemos que esta carta alerte a las autoridades competentes y a los amantes de animales y plantas y podamos salvar las palmeras de nuestra isla.

Francisco Caules Sintes
Binibèquer Vell (Sant Lluís)