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Tensad la cuerda
un poco más

El pasado viernes 21 de septiembre de 2012 me multaron por aparcar en la zona azul de Sant Lluís. ¿Y a mí que me cuentas?, dirás. Estoy simplemente ejerciendo mi derecho al pataleo, dado que es lo único que me queda. Legalmente hablando es evidente que no hay nada que hacer. Incluso habrá gente que piense que es lógico, yo no, desde luego. Como todo el mundo sabe Sant Lluís es conocido mundialmente por sus terribles problemas de aparcamiento, cuenta la leyenda que se han llegado a ver coches aparcados unos encima de otros como rinocerontes en celo. Yo misma una vez estuve la friolera de 30 minutos buscando aparcamiento y al fin desesperada tuve que aparcar a al menos 100 metros de mi destino final. En Sant Lluís, si bien había zona azul, hasta hace bien poco no se pagaba. Recientemente han puesto algún cartel en el que se informa de que hay que poner un papelito con la hora de llegada (tecnología punta). Estuve hora y cuarto aparcada y según creo el límite es de hora y media, es decir que si me hubiese detenido a leer el cartel me hubiese librado de una multa de 100 euros (50 por pronto pago). Está claro que el cartel estaba ahí y que yo no me detuve a leerlo, pero es igual de claro que no nos paramos a leer cada uno de los carteles y que el resultado final es que los ciudadanos de Sant Lluís saben que hay que poner un papel pero a los visitantes nos cuesta aprenderlo (literalmente), de manera que de alguna forma es un impuesto a las visitas. Honestamente no entiendo el objetivo de esa forma de hacer. Si con el simple hecho de poner un papel te libras de pagar, está claro que no es recaudatorio y es igual de claro que no se trata de solucionar un problema inexistente de aparcamiento. Vuelvo a mi tesis de que es un impuesto a los visitantes despistados. No lo digo con afán conspirativo, simplemente confieso que no encuentro una razón medianamente lógica. Así pues, como ciudadana ejemplar que soy pagaré la módica cifra de 50 eurazos (un 7% de mi sueldo), después pagaré la luz, el agua, el incremento del IVA, la comida, los 900 euros que me cobró Hacienda por tener dos pagadores (uno de ellos el INEM) aunque mis ingresos no llegaban al mínimo para declarar y con lo que me queda iré a Mestral a comprarme ropa decente por si, Dios no lo quiera, tengo que ir a una entrevista de trabajo. Vosotros seguid tensando la cuerda, tranquilos que aguanta.

Judit Arjona Pons

Sant Lluís

Gràcies a Binipreu

Des de la Fundació per a Persones amb Discapacitat de Menorca volem expressar el nostre més profund agraïment al Programa Compra Solidaria impulsat pel Club Bona Compra de Menorca a través dels seus establiments Binipreu.Mitjançant aquest programa la Fundació ha aconseguit part del finançament necessari per a desenvolupar programes de caràcter rehabilitador i assistencial destinats a les persones amb discapacitat física de l'Illa que més ho necessiten.Per tant, el nostre agraïment també a totes les persones que fent ús del seu vot com a soci del Club, han escollit el nostre projecte com a destinatari de les ajudes que s'han anat acumulant, per cada una de les seves compres, amb la targeta Bonacompra Menorca als establiments Binipreu.
Per aquest motiu, volem animar a entitats, associacions i empreses de Menorca a participar en iniciatives com aquesta i, o bé, a engegar-ne de noves, per tal d'establir nous mecanismes de finançament pels serveis d'atenció a les persones amb més necessitats assistencials de Menorca.

Una vegada més reiterar el nostre agraïment i reconeixement davant aquestes iniciatives socials tant necessàries en èpoques de canvis com l'actual.

Andreu Hernández Galmés
Gerent de la Fundació per a Persones amb Discapacitat de Menorca